Jesús -Chú- Vásquez salió airoso del caso Odebrecht

Será el próximo ministro de Interior y Policía en el gobierno de Luis Abinader

Jesús -Chú- Vásquez Martínez defendiéndose durante una de las audiencias del caso Odebrecht. (Archivo)

El próximo ministro de interior y policía del gobierno que encabezará Luis Abinader a partir del 16 de agosto, vivió en los años 2018 y 2019 uno de los capítulos más desagradables de su vida pública: fue sometido a la justicia por los sobornos pagados por Odebrecht en el país sin haber sido mencionado en las delaciones de los ejecutivos de la multinacional y sin conocer que lo habían incluido en la investigación inicial del caso.

Jesús –Chú- Vásquez Martínez, el único descargado por el caso por el que fueron enviados a juicio otras seis personas, fue acusado por la Procuraduría General de la República por supuestamente haber recibido cheques por RD$2,169,000 en nombre de la pareja y un hijo suyo de la empresa Arma, propiedad de Ángel Rondón Rijo. Sin embargo, durante la audiencia preliminar, demostró que además de senador es empresario agrícola y ganadero desde el año 1975, que no solo recibió esos cheques de Rondón, sino otros más, pero no por concepto de soborno sino como pago por compra de ganado.

-Chú- Vásquez Martínez, mostró al juez de la Instrucción Especial de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Francisco Ortega Polanco, que no solo recibió cheques de Ángel Rondón en el año 2009 por concepto de venta de ganado, sino también de otros empresarios. Su defensa, presentó microfilms de cheques correspondientes a los años 2008 y 2009 que le fueron pagados por diferentes personas por concepto de venta de ganado o leche, los cuales también estaban en poder de la Procuraduría General de la República.

En ese sentido, Ortega Polanco dictó un auto de No Ha Lugar en su favor debido a que no fue mencionado por ninguno de los ejecutivos de Odebrecht en las delaciones premiadas que sirvieron de base para que la Procuraduría sometiera a funcionarios, exfuncionarios y senadores por los 92 millones de dólares pagados en soborno en República Dominicana.

Casi llora de impotencia

En la audiencia preliminar del caso, el representante de la provincia María Trinidad Sánchez, casi lloró, cuando tomó la palabra para defender sus posiciones ante el juez, los abogados, así como los representantes del Ministerio Público.

En una de sus comparecencias explicó que algunos movimientos financieros que el Ministerio Público atribuye a enriquecimiento ilícito y lavado de activos son de préstamos y dinero que tuvo que enviar de urgencia a Estados Unidos para que su hija fuera sometiera a un proceso quirúrgico.

“Un día 16 de marzo del año 2013 le dicen que ha aparecido una oportunidad y que la podían operar dos días después. Teníamos entonces nosotros que salir a buscar ese dinero para enviarlo para esa cirugía. Faltando diez minutos, honorable magistrado, para que se venciera el plazo que nosotros teníamos para depositar el dinero, conseguí yo el último dinero prestado en Nagua porque me había trasladado de Santo Domingo a Nagua para buscar el último dinero que hacía falta para la operación de mi hija”, expresó el exfuncionario.

“Ese uno de los cuerpos que mis acusadores, sin investigar nada, señalan como un depósito sospechoso porque no hubo tiempo para investigar nada porque nunca me llamaron para preguntarme de esas transferencias de fondos. Durante seis meses mi hija tuvo que estar sometida a terapia”, continuó diciendo el exsenador.