Las corridas de toros de El Seibo

Las tardes taurinas colman de vistosidad las originales fiestas patronales seibanas

Los residentes en El Seibo disfrutan de las tradicionales corridas de toros. FLORENTINO DURáN
EL SEIBO. En medio del glamour, la emoción y el colorido se llevan a cabo las famosas y tradicionales corridas de toros de El Seibo, que tienen lugar cada año para esta época, y que atraen turistas nacionales y extranjeros como parte de su ciclo patronal.

El tipo de toreo que se practica en esta ciudad es del tipo sevillano, donde no se mata el toro, sino que sólo se le cansa. Unas 7 corridas tienen lugar durante los primeros 10 días del mes de mayo, catapultando este evento como único en el país. Las lidias se inician a las 4 de la tarde.

El espectáculo tiene lugar en un redondel de aproximadamente 400 metros cuadrados donde ven acción los ejemplares cedidos por la empresa Central Romana y que se preparan meses antes para las lidias.

Tres toreros diestros ven acción durante las tardes de toros, sacando partido a los fornidos y bravíos toretes a ritmo de ¡oleeeé! y aplausos de la multitud.

A los toreros principiantes se le dedican uno y dos toros, ocasión que aprovechan otros intrusos para intentar sacar partido, que en ocasiones ameritan su traslado para el hospital, debido a los golpes que reciben. Unidades de la Cruz Roja, Defensa Civil y una ambulancia están destinadas para las eventualidades que ocurren.

El anhelo de los lugareños ha sido la construcción de una plaza de toros, que está en su etapa inicial, e incluiría un multiusos para mayor organización y provecho del espectáculo para el turismo.

El espectáculo es organizado por la Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz, que organiza las fiestas como parte de una arraigada tradición, heredada de la ocupación española.

Diestros toreros nativos como Cisco Pourié, Mico Zorrilla, Darío Guzmán y Santos Doroteo han visto acción en las corridas, junto a otros internacionales como Raúl Zermeño y Antonio Plaza, que estuvieron en una ocasión en las corridas de El Seibo.

El espectáculo es visto por niños, jóvenes y adultos, que se colocan cerca del redondel, para apreciar los pases y movimientos propios de la tauromaquia que logra mayor vistosidad con el toque del clarín anunciando la salido del toro y la presencia de connotadas personalidades, artistas y autoridades que se dan cita.

¿Cómo surgen?

Del origen de las corridas de toros en esta ciudad no se le conoce fecha exacta, pero se sabe que guardan relación con las celebradas en épocas de Las Colonias cerca del Convento de Los Dominicos, siendo un símbolo original de esta hidalga comarca.

Sin embargo, el origen histórico de las corridas de toros como hoy las conocemos, nacen en el siglo XVIII, cuando la nobleza abandona el toreo a caballo y la plebe comienza a hacerlo a pie, demostrando su valor y destreza, siendo el español Francisco Romero el primer diestro que pone orden a la fiesta y el creador de la muleta, tal y como hoy la conocemos.