Manzanillo o el sueño de un “gran centro de distribución de carga”

Con la ampliación del Canal de Panamá, barcos más grandes pasan por el Caribe y los empresarios de la zona norte quieren preparar a Manzanillo para recibirlos

Parte de la costa de Manzanillo donde se prevé la ampliación del puerto. (Justo Féliz)

SANTO DOMINGO. Recuperar el Puerto Libertador de Manzanillo del deterioro y desfase que le caracteriza es estratégico desde el punto de vista comercial y de seguridad. De eso están convencidos los empresarios de la zona norte del país, la Asociación para el Desarrollo de Santiago y Pascual Prota, presidente de la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar), entidad gubernamental que ya tiene elaborado un plan de desarrollo del puerto que, de ejecutarse, lo convertiría en un gran centro de distribución de carga en el Caribe.

El puerto, localizado en el municipio Pepillo Salcedo, provincia Montecristi, justo en la Bahía de Manzanillo, tiene un espigón de unos 444 metros de largo que resulta pequeño para recibir embarcaciones grandes, pero además, parte de su estructura está destruida.

“Entendemos que mantener ese puerto en las condiciones que está es un desperdicio”, comenta el empresario Fernando Capellán, quien ve en la readecuación del puerto una oportunidad para generar empleos y bajar costos a la cadena de suministro de productos de exportación e importación.

Para el empresario, presidente del Grupo M, una de las principales empresas de zona franca en Santiago, y de Codevi, el parque industrial ubicado en la frontera domínico-haitiana entre Dajabón y Juana Méndez (Ouanaminthe), es urgente cualquier acuerdo, público o privado, para desarrollar el puerto.

“Estamos seguros que con la cercanía a la costa este de Estados Unidos, que es el puerto más cercano; por la frecuencia entre los barcos que llevan los guineos hacía Europa; por la logística que están desarrollando empresas de zonas francas en la frontera, así como en territorio haitiano; toda esa carga que se genera tendría oportunidad de bajar los costos de distribución, de carga y de importación de materia prima”, insiste Capellán.

La Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) estima en US$750.0, el costo de mover un contenedor desde Santo Domingo a Santiago, uno de los más altos en América Latina, en distancia similares.

Un tema de seguridad

“El país necesita un puerto en la zona norte, no es posible que toda la carga siga llegando por Santo Domingo”, comenta Prota.

Los datos de Apordom indican que de 20.2 millones de toneladas métricas de carga que se movieron por los puertos del país entre enero y septiembre pasado, 15 millones se concentró entre los puerto Rio Haina, con 8.1 millones y Caucedo con 6.9 millones, ambos en Santo Domingo.

Prota se pregunta qué pasará si ocurre un fenómeno natural que afecte esta parte del territorio, dado que los otros 12 puertos del país no tienen la capacidad para recibir grandes embarcaciones. Tampoco tienen las condiciones adecuadas para su ampliación como las tiene Manzanillo.

El presidente de Anamar también refiere las condiciones del transporte. Se estima que el 35% de la carga que llega a Santo Domingo se mueve al Cibao. “En los próximos 10 años, es casi seguro que el número de furgones, que es ahora de 1.3 millones, se va a duplicar y no es conveniente que todo salga de Santo Domingo, porque toda esa carga se le sumará a la autopista Duarte que requerirá de una inversión enorme para mantenerla”, advierte.

En tono más bajo, Prota comenta que a los operadores de los puertos Caucedo y Haina, (no los menciona) no les interesa que Manzanillo se desarrolle.

El plan diseñado para Manzanillo

Como parte de los trabajos de Anamar, entidad encargada de “investigar, conservar y aprovechar los recursos vivos y no vivos del mar”, hace unos tres años se diseñó el Plan de Desarrollo Pepillo Salcedo. Es una propuesta de uso del puerto que haría de Manzanillo un gran centro industrial y comercial, del que todavía no se estima el costo.

“No es que eso se haga todo a la vez, puede ser por partes, pero la idea es que el Estado tenga algo que presentar a cualquier inversionista interesado, algo pensado en la necesidad que tiene el país”, comenta Prota.

El plan, que ya fue evaluado y aprobado por una firma española a solicitud del Ministerio de la Presidencia, abarca un puerto de 660,000 metros cuadrados, un parque industrial de 400,000 metros cuadros, un astillero de 125,000 metros y un área energética de 827,000 metros cuadrados.

El puerto tendría una capacidad de amarre de 1,609 metros de longitud y más de 15 metros de calado dada su condición actual de 14 metros de calado natural. En el espigón se prevé el atraque simultáneo de dos embarcaciones clase EEE (de 18,000 TEUS) y dos de clase Panamax (5,000 TEUS).