Santo Domingo une a 16 países por la conservación de las tortugas marinas

Ayer se recuperó en Manresa el primer nido de la temporada

El pescador de Manresa, Guillermo Méndez, cuenta los 64 huevos de tinglar recuperados de la playa ayer. (Marvin del Cid)
TEXTO E IMÁGENES: Marvin del Cid

A partir de hoy y hasta el 14 de junio, la República Dominicana es sede de la Novena Reunión de las Partes (CO9) de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (IAC), con el auspicio del Ministerio de Medio Ambiente de la República Dominicana.

La convención entró en vigor en mayo de 2001, después de negociaciones y varias reuniones regionales desde 1996.

Cada estado posee su propio marco jurídico para la protección de las especies de animales y plantas. Sin embargo, las tortugas marinas no conocen fronteras, suelen recorrer grandes distancias en el vasto océano.

Las tortugas recién nacidas hacen uno de los viajes a la vida adulta más peligrosos de la naturaleza.

Desde el momento en que eclosionan y salen a la superficie de la arena, deben llegar lo antes posible al mar para evitar ser devoradas por aves, cangrejos, hormigas, perros, gatos y otras especies. El mar de los Sargazos en el Atlántico sirve de una especie de guardería para las diferentes especies.

Luego en el mar se enfrentan a otros peligros ocultos, como peces depredadores, redes de pesca, basura plástica. Esto supone un viaje de miles de kilómetros, en algunos casos, hasta llegar a la vida adulta.

Se estima que de cada 1000 tortugas marinas nacidas, solo una posiblemente llegue a la adultez.

Al crecer enfrentan otros peligros, y los humanos son posiblemente su amenaza más seria.

Muchas mueren bajo arpones de pescadores o ahogadas en redes de pesca, cazadas por su carne y caparazón. Sus huevos son a menudo robados de las playas, para consumo humano, bajo la falsa creencia de que poseen poderes afrodisíacos.

Los 16 países firmantes son Argentina, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, México, Perú, los Países Bajos, Estados Unidos de América, Uruguay y Venezuela.

Este ciclo de vida ocurre en más de un país, por lo tanto es necesario que la protección y conservación de las diferentes especies de tortugas marinas, los Estados deben unirse para acordar acciones en toda la región.

Después de varios años de negociaciones y varias reuniones regionales, la Convención Interamericana para la Protección y se firmó la Conservación de las Tortugas Marinas en Salvador, Brasil.

Las partes en este convenio se basan en parte, en la Agenda 21, adoptada en 1992 por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que reconoce la necesidad de proteger y restaurar especies marinas en peligro de extinción y para conservar sus hábitats.

El objetivo de este convenio es promover la protección, conservación y recuperación de las poblaciones de tortugas marinas y de los hábitats de los que dependen, basándose en la mejor evidencia científica disponible, teniendo en cuenta las características ambientales, socioeconómicas y culturales de las partes.

El área de aplicación de esta Convención comprende el territorio terrestre en las Américas de cada una de las partes, así como las áreas marítimas del Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Océano Pacífico, con respecto a las cuales cada una las partes ejercen soberanía, derechos soberanos o jurisdicción sobre los recursos marinos vivos de conformidad con el derecho internacional, como se refleja en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

El 13 de mayo de 2018 fue colocado el primer GPS a una tortuga carey anidante en el Malecón de la capital dominicana. La Autoridad Nacional para Asuntos Marítimos (ANAMAR) de la mano de Grupo Jaragua empezó con esta tortuga un proyecto para identificar los hábitats de alimentación para las tortugas anidantes en las costas dominicanas.

Fue un anidamiento poco usual, debido a que regularmente las tortugas marinas anidan de noche, además del poco espacio que tuvo para depositar los huevos entre basura plástica. El dispositivo colocado transmite una coordenada de la posición cuando sube a la superficie. Con la posición existe un error asociado (margen de error) relacionado con el tiempo que dura la antena en la superficie, en un rango de 50 y 1,500 metros.

Luego de dar seguimiento por varias semanas a la ruta que tomó dicha tortuga a lo largo de toda la costa sur en dirección oeste, el 12 de julio las posiciones que transmitía el GPS mostraban que la tortuga estaba tierra adentro, en la península de Tiburón, al sur de Haití.

Esta había caído en una red de pesca, fue sacrificada y guardada en un congelador. Colaboradores en Haití lograron recuperar las placas colocadas en las aletas el 13 de mayo.

En el siguiente mapa los cuadros rosados marcan la última posición de tortugas marinas con GPS, colocados en República Dominicana por Grupo Jaragua y la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos en el 2018. Las tortugas fueron marcadas en Santo Domingo y la Isla Saona.

La agenda

La convención está pautada para realizarse en el hotel Crown Plaza, donde se tratarán temas administrativos, técnicos y seguimiento a iniciativas. La República Dominicana presentará todas las actividades de conservación de tortugas marinas y sus hábitats que se desarrollan a nivel nacional.

Además se presentará el estado de las playas de anidación de la tortuga verde (Chelonia Mydas) en el el Pacífico suroriental y la presentación de los resultados del modelo poblacional de tortuga tinglar del Pacífico oriental (Dermochelys coriacea), entre otros.

Guatemalteco con estudios en Ciencias de la Comunicación y amplia experiencia en el campo visual y multimedia. Ha trabajado para varios medios de comunicación en Guatemala y República Dominicana, y sus fotografías han aparecido en importantes publicaciones en diferentes partes del mundo.