Dos familias banilejas buscan por su cuenta a parientes que murieron en accidente en México

Dicen que esperar por las autoridades dominicanas tomaría mucho tiempo

Pedro Romero, tío de una de las víctimas en Chiapas, habla con la prensa sobre su sobrino Juniel Báez. (Francisco Arias)

Con un letrero grande en la entrada de un colmado en el distrito municipal de Cañafistol, la familia Báez Mordán da a conocer su tragedia: la muerte del joven Juniel, de 23 años, en el accidente del jueves 9 de diciembre en el estado mexicano de Chiapas.

En otras líneas más abajo se conoce que Yunior Báez Soto, padre del joven, murió hace 20 años en un naufragio en el canal de la Mona y su cuerpo nunca fue recuperado.

Ante esto, la familia informó que está realizando por su cuenta las gestiones para dar con el cadáver de Juniel y traerlo lo más pronto posible, antes de que su cadáver llegue a un estado en que no puedan reconocerlo.

Pedro Romero, tío del joven, explicó que no quieren esperar a que las autoridades dominicanas realicen el proceso, pues entienden que este puede durar varias semanas. Manifestó que un abogado, al cual no identificó, está cobrando 5,000 dólares para realizar todas las gestiones.

El Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex) advirtió a los parientes de las víctimas en Chiapas de estafas que se realizan en momentos como estos, con la ilusión de traer los restos de sus familiares. También dijo que los gastos para traer los cadáveres están cubiertos, por lo que las familias no tienen que pagar.

“A veces la gente pregunta por qué se fueron así, pero la juventud no ve oportunidad en este país. Mi sobrino me decía que no quería pasar toda su vida como yo, trabajando, y lo que apenas tengo es una pasola”, comentó Romero, mientras atendía su colmado, donde a veces su sobrino le asistía.

Niulka Báez sostuvo que un familiar residente en Estados Unidos viajó a México para la identificación del cadáver, para traerlo a la República Dominicana, junto al de Juniel.

Niulka no creía que su cuñado estaba en el accidente, porque justo ese jueves en la mañana él se comunicó con ella, le envió una fotografía del lugar donde estaba y le comunicó que lo iban a mover ese día, pero en la noche.

Al final confirmó la muerte de Juan Soto por las fotografías y videos de los accidentados. Ahí vio la ropa que coincidía con la que vestía Juan en la fotografía que le envió ese día, así como las similitudes en el rostro.

“Lo único que él me dijo fue que lo iban a mover en la noche y que cuidara a sus hijos”, expresó Niulka.

Graduada de Comunicación Social mención Periodismo en la UASD. Tiene experiencia trabajando en periódicos impresos y digitales, también en la producción de programas radiales.