Padres de RD “venden” a sus hijos peloteros por miles de dólares

Al cobrar montos por adelantado para “dejar” que pulan los diamantes en bruto para el béisbol, los padres dominicanos están cediendo la custodia de sus hijos, muchas veces sin pensar en las consecuencias o en la seguridad de los niños, a personas no siempre bienintencionadas

Los días en que los prospectos más cotizados y sus familias tenían que esperar a cumplir 16 años, firmar, superar rigurosos exámenes físicos y contar 90 días para ver los primeros dólares del béisbol y que se realice el desembolso desde Estados Unidos, quedaron en el pasado.

Hoy, un entrenador, por más renombre que tenga, para concentrar en su programa a una de esas joyas que enloquecen a los equipos tiene que erogar dinero por adelantado. Y la condición la ponen los padres.

Para un programa reclutar o “comprar” (la palabra que se maneja en el negocio) a un niño de 12 años que “promete” puede comenzar pagándole al padre o a la madre US$2,000. Si el entrenador tiene un buen reporte, la cifra se puede quintuplicar hasta los US$10,000, aunque en algunos casos llega hasta los US$20,000, de acuerdo con versiones obtenidas por DL de fuentes confiables.

“Hay peloteros que han pasado de su liguero original a un programa conocido por 25 y hasta 30 mil dólares. Es un negocio de cierta importancia, mucho antes de llegar a la firma formal”, dice Neftalí Ruiz, quien desde 2014 organiza un torneo de pequeñas ligas donde juega un núcleo importante del talento que posteriormente firma.

Brian García, un entrenador que logró su buen posicionamiento por entender a tiempo ese cambio que se instauró en la década pasada, pensaba que lo tenía claro del todo. Pero hasta él ha quedado sorprendido por la manera en que esta operación ha cambiado el negocio.

A García (nombre ficticio para mantener el anonimato) le presentaron recientemente uno de esos diamantes en bruto con tanto talento como para ponerle la etiqueta “no puede fallar” y para retenerlo el padre le pidió una cifra inusual: US$100,000.

Licenciado en Comunicación Social egresado de la universidad O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde 2001.