Pastor dominicano lleva su iglesia sobre ruedas; oran en un camión

La congregación tiene 300 miembros, pero no todos los que visitan el móvil se quedan en la iglesia

NUEVA YORK._ El pastor dominicano Juan Castillo que dirige la iglesia pentecostal "El Camino" situada en la calle 46 de Sunset Park, Brooklyn y que cuenta con mayoría de feligreses de República Dominicana, también lleva a los barrios de ese condado el evangelio sobre ruedas.

Castillo, de 56 años, concibió la idea del camión hace cuatro años cuando vio un modelo en El Bronx en el que se reclutaban estudiantes para las universidades.

Relató que de inmediato pensó que era hermoso y se dijo que podía hacerlo en su iglesia para llegar a la gente.

"Al principio, alquilé dos camiones y los usaba por las tardes en los veranos, pero este verano que está empezando envío un camión los viernes desde el mediodía hasta las 2:00 de la tarde", añadió.

Castillo dice que su iglesia rodante no tiene sólo el objetivo de que la gente vaya a su congregación, sino también para ayudar a que las gentes de los vecindarios más pobres se "curen".

La estrategia le ha dado excelente resultado y la iglesia "El Camino" cuenta con 300 miembros activos. Castillo predica el evangelio desde hace 18 años.

Explicó que la mayoría de quienes visitan el camión-iglesia, quieren hablar de sus problemas familiares, como separación de parejas, pobreza y el crecimiento de los niños por su cuenta.

"Los jóvenes a menudo tienen dificultades en sus escuelas, sufren enfermedades, porque la mala salud es una corriente subterránea. La gente nos pide orar por ellos porque tienen y sienten algún dolor", narra el reverendo dominicano.

Luego que los que buscan la sanación dentro del camión, donde asistentes de Castillo, como la dominicana Victoria Rodríguez, oran junto a los afectados, se da seguimiento y los voluntarios de la iglesia les hacen llamadas para mantener el contacto.

"Oramos con ellos por teléfono y a veces hacemos visitas a domicilio", explicó la también dominicana Jahaira Plasencia una de las asistentes del reverendo Castillo.

Pero la mayoría de los que acuden al camión, pocas veces terminan integrándose a la iglesia. "La gente deja todo por una oración en el camión cuando está en crisis", añadió Plasencia.