Advierten ciberespacio es terreno fértil para manipulación electoral

Experto lamenta que políticos apuesten a tendencias inorgánicas para calar en la agenda pública

SANTO DOMINGO. El alcance de la injerencia rusa en las pasadas elecciones presidenciales de los Estados Unidos de Norteamérica es inestimable, de acuerdo a la Comunidad de Inteligencia de ese país (IC, por sus siglas en inglés). Una huella la dejó al descubierto: la de la infraestructura de las cuentas falsas que manipularon los temas que fueron tendencias en las redes sociales durante el ciclo electoral.

Creció exponencialmente la divulgación y la creación de noticias falsas con carácter difamatorio, así como la de los trasnochados fotomontajes de Photoshop. Pero en materia estrictamente audiovisual, nació una preocupante modalidad de distracción mediática: el ‘deepfake’ (o mentira profunda, por su traducción al español), que consiste en la inserción del rostro de cualquier persona a un video. Han sido víctimas de esta práctica figuras como Emma Watson –uno de los casos más conocidos por haber sido colocada en una cinta pornográfica–, Barack Obama, Gal Gadot y Mauricio Macri.

Con un ordenador, un software de Inteligencia Artificial (IA) y algo de práctica, cualquier usuario puede –virtualmente– trasplantar el rostro, los gestos y la voz de un individuo y colocarlo en una cinta audiovisual, un material que luego se encargan de difundir bots que operan al servicio de marcas y organizaciones políticas.

En República Dominicana hay granjas de bots al servicio de la mayoría de los aspirantes de la Presidencia que operan con especial énfasis en Twitter y Facebook, las dos que concentran la mayor población de usuarios en el continente y la región, y que, en efecto, serán determinantes en la configuración del resultado de los comicios del año 2020.

(En este video se puede apreciar una demostración de ‘deepfake’. En él aparece Donald Trump con el rostro de Putin ofreciendo el discurso del Estado de la Unión. Es cortesía de la agencia VOX).

El consultor en redes advierte que el ciberespacio dominicano es terreno fértil para la manipulación por la debilidad de sus regulaciones.

“Pero cuidado, regular no es restringir. Hay que tener claro que el contenido a regular es el falso, el difamatorio, el que manipula. Hay que respetar la línea que divide el control de la censura. La gente tiene derecho a decir lo que quiere”, agregó Argüello, al ser consultado sobre lo que establece el numeral 6 de la ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos de la difusión de mensajes que empañen la imagen de los candidatos.

El perito apuntó que, a propósito de la creciente invasión de contenidos engañosos, hay una masa que está migrando a plataformas de interacción más simples, donde se divulgan contenidos con un carácter más profesional y bajo controles más estrictos.