La violencia contra las mujeres sigue agregando muertas a las estadísticas

Una de las víctimas tenía dos años. Murió a consecuencia de la brutal violación

En el período hubo ocho intentos de feminicidio documentados

Dieciséis feminicidios consumados y ocho intentos documentados entre enero y finales de marzo de este año. Un promedio de cinco mujeres muertas cada mes, y dos libradas de la misma suerte por el azar, ante los ojos entornados de una sociedad que, según las encuestas de opinión, sitúan el feminicidio y la violencia de género en uno de los últimos lugares en la lista de problemas nacionales.

Llueve sobre mojado recordar a la sociedad su indolencia y a los medios el tratamiento superfluo de un fenómeno que atañe a la política democrática y al proceso, siempre inacabado, de humanización. Nada parece conmover la conciencia de esta colectividad indiferente a la debilidad manifiesta de su convivencia y ajena al perjuicio que esta provoca a los derechos que la Constitución consagra a hombres y mujeres.

Quince  mujeres muertas por sus parejas o exparejas (la decimosexta fue una niña), y ocho salvada por puro milagro en apenas tres meses, no son hechos aislados. Hablan de una ideología que legitima la violencia de los hombres contra las mujeres, de cuyas vidas se sienten propietarios. No actuar para desarraigarla de la cultura social es alimentar el caldo de cultivo en que se reproduce.

La niña víctima tenía apenas dos años. La violó brutalmente la pareja de su madre. Podría interpretarse, de entrada, como violencia vicaria, pero no lo fue. El feminicida-infanticida no confesó el hecho; por el contrario, permaneció en la casa como si nada hubiera pasado y, muy probablemente, para él su crimen quedaría impune. Pero la bebé murió y los médicos constataron la causa. Aunque después lo pretendiera, en un intento de justificarse, su acto no buscó dañar a la madre –aunque lo haría de manera irreparable– sino satisfacer el instinto sexual depredador. El cuerpo femenino, adulto o infantil, como instrumento del poder masculino.

Mientras el Estado no asuma de manera responsable, sin medias tintas y parches coyunturales, enfrentar la desigualdad de género que propicia la violencia contra las mujeres y las niñas, lo que pasa por trabajar por un cambio de cultura social, los feminicidios y la violencia sexual continuarán desmintiendo los discursos.

ENERO

  • Ella se llamaba Fátima Dilenia López Rosario.

    Tenía 53 años. La estranguló un hombre, deportado de los Estados Unidos, con el que, al parecer, mantenía una relación no formal. El cadáver fue encontrado en la casa del perpetrador. Al ser detenido, el feminicida declaró que cometió el crimen en medio de una pelea. Ocurrió el 2 de enero en el sector Villa Rosa, La Vega.

  • Ella se llamaba Arisleidy Pichardo (Ari).

    Tenía 30 años. Su cuerpo semidesnudo fue encontrado entre unos matorrales al lado de un arroyo. Murió ahorcada. Había salido de su casa la noche anterior al hallazgo de su cadáver a realizar compras en un colmado. Por su muerte fue apresado un hombre cuya relación con ella no mencionan los medios. Ell vocero policial en la Regional Norte informó que, tras depurar al feminicida, se encontró que había sido fichado por la Policía en el 2008 acusado de violencia de género. Ocurrió el 7 de enero en Tamboril, Santiago.

  • Ella se llamaba Casandra Carmelina Castillo Santiago.

    Tenía 25 años. Trabajaba en una banca de apuestas y estudiaba. Tenía una niña de seis años. La mató de numerosas estocadas su pareja cuando lo visitaba en la cárcel, donde cumplía una medida de coerción. El feminicida fabricó en la prisión el arma con la que la mató. Tras el feminicidio, grabó un video sugiriendo que, de sucederle algo, las autoridades penitenciarias serían responsables. El video se hizo viral. Familiares y amigas declararon que en varias ocasiones el feminicida la había amenazado de muerte. El 8 de febrero, el feminicida se suicidó en su celda. Ocurrió el 14 de enero en la fortaleza La Concepción, La Vega.

  • Ella se llamaba Linda.

    Ni su apellido ni su edad aparecieron en la nota sobre su muerte. Tenía nacionalidad haitiana. Su pareja le destrozó la cabeza, presumiblemente utilizando un block. Una niña, de la que no se ofreció información, presenció el feminicidio. El feminicida huyó. Ocurrió el 20 de enero en Villa Carolina, Moca.

FEBRERO

  • Ella se llamaba Alexandra Trinidad Liriano.

    Tenía 51 años. La empapó con una sustancia inflamable y la incendió su expareja, contra quien en la mañana del mismo día del feminicidio había había solicitado una orden de alejamiento. De acuerdo con testigos, la víctima fue sorprendida en plena calle. Con el cuerpo en llamas, corrió en busca de auxilio, que le fue prestado por transeúntes que no pudieron evitar que sufriera quemaduras de segundo y tercer grado, a consecuencias de las cuales murió una semana después. Ocurrió el 16 de febrero en Salcedo, provincia Hermanas Mirabal.

  • Ella se llamaba Paula Santana Escalante.

    Tenía 23 años. Fue violada y estrangulada por dos hombres compañeros de trabajo en la empresa de zona franca Integer Holdings Corp. Su cuerpo fue lanzado a la alcantarilla de una de las naves del local empresarial. Uno de sus feminicidas la acosaba; lo denunció ante el Departamento de Recursos Humanos sin ser tomada en cuenta. La joven, que aspiraba a ser azafata, no atendió los reclamos de su madre de renunciar al trabajo porque, repetía, necesitaba el dinero para poder pagar los estudios y contribuir con el alquiler de la casa donde vivía junto a su familia. Ocurrió el 20 de febrero en Santo Domingo Este.

MARZO

  • Ella se llamaba Rosanna del Carmen Acosta Veloz.

    Tenía 24 años. La mató a cuchilladas su pareja, con la que tenía dos años conviviendo. La víctima trató de defenderse corriendo hacia el baño de la vivienda, hasta donde la persiguió el feminicida, quien simuló un intento de suicidio. Pocos días después, los policías a cargo de su custodia lo llevaron al Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini, en la provincia Santo Domingo, sin que antes fuera expedida una orden judicial de traslado, lo que fue interpretado como un ardid para hacer creer que padece desequilibrio mental. En la foto más difundida por los medios, ella aparece junto a su feminicida con birrete y un diploma en la mano. Ocurrrió el 22 de marzo en el sector Venecia, en Jarabacoa, La Vega.

  • Ella se llamaba Yudelka Payano Burgos.

    Tenía 32 años. La estranguló mientras dormía y luego la acuchilló su expareja. Tres hijos quedan en la orfandad, uno de los cuales, de 13 años, intentó sucidarse cuando se enteró de que su madre había sido asesinada. Hacía dos meses que la víctima había dado por terminada la relación, pese a lo cual el feminicida continuaba viviendo en la misma casa. Ocurrió el 29 de marzo en Sánchez, Samaná.

Intentos de feminicidio

  • María Nelis González fue herida en la cabeza y Leidi María Lora, expareja del feminicida frustrado, varios machetazos en diversas partes del cuerpo. En reiteradas ocasiones, él había amenazado con matarla. Ocurrió el 3 de enero en Sabana del Río, en la provincia Sánchez Ramírez.

  • Rofelia Cabrera Felix, quien trabaja como conserje en una escuela primaria, recibió heridas de machete que le infirió su expareja, quien entró a su lugar de trabajo con la intención de matarla. Ella lo había abandonado meses antes al enterarse que tiene una amante. Ocurrió el 15 de enero en San Cristóbal.

  • Elaine Cordero, de 31 años, fue golpeada con un palo y acuchillada varias veces por su pareja, quedando en estado delicado. Según el diagnóstico, la víctima resultó con los dos brazos rotos, una pierna fracturada, heridas en la frente, moretones en el cuello y golpes por todo el cuerpo. Ocurrió el 18 de enero en el sector Las Colina, Santiago.

  • Altagracia Laffle, de 39 años, fue atacada con un cuchillo por su pareja. En el 2008, el hombre mató a martillazos a su entonces esposa, feminicidio por el que fue condenado a 20 años. Cumplida la mitad de la condena, fue puesto en libertad. Tras intentar matar a Laffle se dio a la fuga, pero constantemnete la llama por teléfono para amanazarla. Ocurrió el 26 de enero en la comunidad de Vista Verde, Puerto Plata.

  • Wendy Hidalgo, de 29 años, fue herida de un disparo por su expareja. El hombre, que se suicidó, mató a un joven que la acompañaba. Ocurrió el 13 de febrero en el sector Los Garajes.

  • Cindy Hilario, de 24 años, recibió un disparo en el rostro que le hizo su expareja, cuando ella llegaba a su local de trabajo, una empresa aseguradora. Ocurrió el 4 de marzo en Santiago.

  • Anny Gabriela Rosario Beltré, de 28 años, fue herida de varias puñaladas por su expareja, quien ingresó al recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) donde ella estudia. Estuvieron casados durante once años y al momento del intento de feminicidio llevaban tres meses separados. Ocurrió el 8 de marzo en Barahona.

  • Miguelina Muñoz, de 29 años, fue herida de bala por su expareja, con quien procreó tres hijos. La bala le afecto uno de los pulmones. Ocurrió el 25 de marzo en la comunidad La Capitalista, en el municipio de Castañuela, Monte Cristi.

Periodista dominicana, feminista y con una amplia trayectoria en medios radiales, televisivos y escritos.