Advierten peligro de enfermedades tras el paso de “Matthew”

Se deben tomar medidas para la protección contra infecciones y enfermedades que puedan surgir después de las lluvias

Mosquito causante de la chukingunya (Shutterstock)

SANTO DOMINGO. Las constantes lluvias y aguaceros producto del paso del huracán Matthew por el Caribe pueden tener más repercusiones, además de las pérdidas humanas y los daños en infraestructuras y residencias.

Carmen Sara Mota, presidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología, expresa que las enfermedades relacionadas con la contaminación del agua, como diarreas de tipo infeccioso, son las más frecuentes en este tipo de situaciones. “Esta es un área endémica para el dengue y otras enfermedades como la malaria, más las otras enfermedades que recientemente nos han llegado, como el chikungunya y el virus del zika, que son transmitidas por mosquitos. Tener aguas acumuladas y que luego de las lluvias venga el calor, hace que surjan más mosquitos, algo que puede conllevar a que aumenten estas infecciones”, explica Mota.

La experta agrega que en el año 2008, después de los efectos de las tormentas Olga y Noel, se produjo en el país un brote de leptospirosis, y que está descrito que luego de inundaciones y la exposición a aguas contaminadas se pueden seguir presentando casos, debido a que la leptospirosis se mantiene inerte en el terreno y puede circular en el agua y afectar a personas que se expongan a las acumulaciones, afectando principalmente a aquellas que tengan algún tipo de fisuras o laceraciones en la piel.

“Se debe prestar principal atención a la contaminación de las aguas”, explica Mota, “por eso es muy importante que los sitios donde ha habido inundaciones y en los que las comunidades consumen el agua de los ríos, si estos han crecido, podrían estar contaminados. Entonces, es conveniente hervir el agua o solamente ingerir la que esté adecuadamente potabilizada”.

Otras medidas son remover todas las aguas estancadas en la casa y, a la medida de lo posible, evitar la exposición a las aguas que de charcos, los denominados “lagos urbanos” y las crecidas.

De acuerdo con Mota, las zonas que más serán afectadas por estas posibles enfermedades son todas en las que hubo inundaciones y principalmente aquellas que hayan tenido alguna limitación de acceso, porque mientras más tardan en resolverse las acumulaciones, más posibilidades hay de proliferación de gérmenes. “El estado debe garantizar la disponibilidad de agua potable a las comunidades para evitar estas infestaciones”, dice.

(Ver mapa interactivo de incedentes durante el huracán Matthew)

Es recomendable que se tomen las precauciones adecuadas a la hora de ingerir los alimentos; la comida rápida, entre otras comidas que conllevan de refrigeración, deben tratar de evitarse. “Mucha de la comida rápida se conserva en refrigeración, y cuando ocurren estos eventos atmosféricos puede que haya interrupciones de energía eléctrica, entonces no se garantiza la adecuada conservación de estos alimentos”, explica Mota, “Lo ideal es consumir alimentos que se puedan conservar a temperatura ambiente, y que no requieran cocción ni refrigeración, ni ninguna circunstancia especial de conservación, o en su defecto, víveres y otros alimentos como los enlatados que se puedan preparar en el momento, manteniendo siempre las medidas de higiene adecuadas”.

Según afirma la experta, estas medidas deberían tomarse siempre, pero en casos como estos en los que ocurren este tipo de fenómenos medioambientales se hace un llamado a fortalecerlas, pues las posibilidades de que el agua se contamine son mayores.

“Por eso es importante eliminar cualquier potencial criadero”, reitera Mota, “Y se debe, de manera preventiva, tratar de reducir las posibilidades de que se formen, evitando que se acumule agua en lugares como patios, zanjas y techos”.