Plaza de la Salud hará trasplante de hígado en niños

Lo hará con apoyo de FundaHígadoAmérica, que tiene programa de trasplantes en varios países latinoamericanos

Los representantes de la fundación y el presidente del patronato de la Plaza de la Salud, mientras conversaban sobre el tema (Fuente externa)

Tener un hijo sano y normal es lo primero que llega a la mente de la madre cuando recibe la noticia de un embarazo. En la gran mayoría de los casos ese deseo se cumple, pero para otras no ocurre así.

En este caso hay una enfermedad congénita con una incidencia en el país entre 7 a 10 por cada 100 mil nacidos vivos. Se trata de la Atresia biliar, definida en la literatura médica como una enfermedad en la que las vías biliares están bloqueadas o se desarrollaron de modo anómalo y obstruyen el flujo de la bilis en los bebés.

Los niños que la padecen tienen que recibir un trasplante de hígado y sus padres tienen tres opciones: verlos morir sin ser trasplantado, emigrar fuera del país a unos costos altísimos para el país y para la familia, para que reciban el tratamiento médico o ser atendidos en sus propios países.

Así lo asegura el doctor Pedro Rivas, trasplantólogo cirujano, que tiene bajo sus hombros la responsabilidad del programa en su natal Venezuela, con apoyo de FundaHígadoAmérica, una fundación norteamericana sin fines de lucro de la cual es miembro y con la que el presidente del Patronato del Hospital General Plaza de la Salud, Julio Amado Castaños Guzmán, firmó una alianza, para desarrollar un programa de trasplante de hígado en niños.

Los trasplantes son con donantes vivos y tiene como candidatos primarios a los padres.

Rivas dijo que FundaHigadoAmérica opera en los países de la región donde existe una iniquidad en el acceso al trasplante de hígado pediátrico, área de la medicina moderna, debido, entre otras cosas, al alto costo que conlleva el procedimiento y el tratamiento, a la falta de infraestructura, equipamiento y capacitación de personal en esa disciplina.

El doctor Rivas opina que el poco acceso a los trasplantes obedece, entre otras cosas, al alto costo que conlleva el procedimiento y el tratamiento, a la falta de infraestructura, equipamiento y capacitación de personal en esa disciplina.

“La intención es darle seguimiento profesional, garantizarles una mejor calidad vida y prepararlos para que esperen un trasplante”.