Seguridad: desafío permanente
Los cuerpos de vigilancia mantienen la tarea de custodiar una vulnerable región fronteriza
ZONA FRONTERIZA. Es de noche en el recinto "Batalla Sabana Larga" del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) en Dajabón. Varios haitianos esperan con sus equipajes que los retornen a su país tras ser recogidos sin documentos en República Dominicana.
Al otro día, un viernes de mercado fronterizo, otros grupos de inmigrantes llegan a las instalaciones en espera de la misma suerte. Cerca de aquí, en las oficinas de la Dirección General de Migración, un camión arriba a media mañana en medio del tumultuoso mercado fronterizo. Del vehículo se desmontan decenas de haitianos, inclusive madres con niños en brazos. Son más deportados.
En los últimos cuatro años, el Cesfront ha devuelto, por los pasos de Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, a más de 183 mil extranjeros, el 99 % haitiano. El resto han sido 42 cubanos, dos nigerianos, un alemán, un italiano, un jordano, seis chinos, un guatemalteco, dos colombianos, dos canadienses, un ucraniano, dos cameruneses, un ruso, un español, dos estadounidenses y tres nepalíes.
Los 380 kilómetros de frontera no tienen custodia militar continua o presencial. Hay zonas "libres" por donde los haitianos cruzan a trabajar a territorio dominicano, o simplemente están deshabitadas. Los cuerpos de seguridad trabajan enfocados en puntos identificados como vulnerables para ser utilizados por traficantes y el crimen organizado.
Se apoyan en una treintena de cámaras de seguridad, instaladas en diferentes pasos fronterizos formales, no solo para vigilar a los civiles, sino a los mismos militares.
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En lugares tan remotos y apartados como la Carretera Internacional, también hay fortalezas del Ejército de República Dominicana cuyo personal está aislado del movimiento citadino.
El Ejército refiere, entre sus logros en la frontera, el apresamiento de Clifford Brandt, quien escapó en 2014 de una cárcel de Haití. Precisa que en ese país el detenido cumplía condena por dedicarse al secuestro de empresarios y altos dignatarios.
Un grupo de extranjeros esperan en el recinto del Cesfront de Dajabón para ser deportados.
Pese a la vigilancia, el tráfico se cuela apoyado por miembros que caen en corrupción. Un haitiano indocumentado que vive en la capital dominicana cruzó en enero a su país. Para retornar, contactó a un dominicano que lleva años organizando cruces ilegales de indocumentados.
El día pautado, salió de su pueblo en Arcahaie (oeste de Haití), y viajó más de dos horas hacia Elías Piña, donde lo esperaba el traficante. Le pagó RD$6 mil. El dominicano tomó para sí una parte y el resto la distribuyó en diferentes montos a los militares que los detenían en los puntos de chequeo. El "peaje" más costoso fue el del "15 de Azua": RD$1,000. Hasta ese lugar llegó el servicio del traficante, y el inmigrante tomó un autobús para llegar a Santo Domingo.
Todo el trayecto ambos lo hicieron a bordo de una motocicleta. "Todos te veían, ¿no temías que te detuvieran?", le pregunta Diario Libre al haitiano. "Cuando la cosa está dura, él mismo (el traficante) anda en el motor (para cumplir con los sobornos), pero cuando la cosa está un poco fría, le paga al chofer de una guagua, y de ahí para allá el chofer sigue pagando el chequeo", responde.
El Gobierno mantiene para el 17 junio el plazo para inscribirse en el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros. Las autoridades afirman que quienes no se acojan a este programa, son pasibles de repatriaciones.
El Ejército indica que por disposición del Ministerio de Defensa, la institución tiene proyectado incorporar aproximadamente 1,700 hombres a las operaciones conjuntas que se llevarán a cabo en apoyo a la Dirección General de Migración, luego de concluido el Plan.
Los cuerpos militares recibieron en este mes un seminario sobre derechos humanos con miras a ese proceso. "Se ha procedido a dotar las referidas unidades con equipos de última generación o tecnología de punta, como son visores térmicos, para ser utilizados en aquellos reconocimientos y vigilancias en los que existan escasas condiciones de visibilidad", dice el Ejército en un escrito entregado a este periódico.
La seguridad más allá de la migración
Además de la Policía Nacional como cuerpo del orden, el Cesfront y el Ejército prestan servicios en las cinco provincias fronterizas, que para el censo de población de 2010, sumaban 320,767 habitantes.
La Procuraduría General de la República registra que entre 2011 y febrero de 2015 en Montecristi, Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, hubo 279 homicidios, que representaron el 3.1 % de los ocurridos a nivel nacional en ese periodo. Montecristi fue la provincia con más; registró 92, para el 32.9 %.
Provincia | 2012 | 2014 | Total | ||||||
28 | 21 | 3 | Dajabón | 11 | 11 | 55 | |||
17 | 13 | 3 | Independencia | 16 | 19 | 61 | |||
3 | 5 | 0 | Fuente: Procuraduría General de la República Guardias dominicano y haitiano controlan la entrada un día de mercado fronterizo en Dajabón. ************* La otra misión especial: repoblar
Para la Primera encuesta Nacional de Inmigrantes en la República Dominicana (ENI-2012), la población total en Montecristi, Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, se estimaba en 330,690 personas, siendo 65,449 de origen extranjero, en su mayoría haitiano. Al día de hoy, el cometido de repoblar no se ha logrado, ya que se está en una etapa de adecuación de los proyectos y de determinar las áreas productivas más factibles. Leer más En portadaVer todos |