Simón Peres, la cara más amable de Israel, pone fin a 70 años de carrera

Simón Peres en 2007. Foto Creative Commnons

JERUSALÉN. El nonagenario Simón Peres puso fin a la carrera política más larga de la historia de su país después de siete años como intachable jefe del Estado, aunque aseguró que "no dejará de trabajar por Israel", sólo se traslada de oficina.

Peres, que estos últimos 70 años ha ocupado casi todos los cargos de la Administración israelí -entre ellos los de primer ministro y presidente-, puso el broche de oro a su carrera tras jurar el cargo su sucesor, Reuvén Rivlin, en una ceremonia celebrada en el Parlamento que estuvo marcada por la situación de guerra en el país.

Oficialmente, el viernes Peres abandonó la residencia presidencial en Jerusalén y el domingo entrará en ella su sucesor.

"Todos los que conocemos a Peres sabemos que no es que dejará de trabajar, el concepto 'vacaciones' nunca ha estado en su vocabulario, el domingo sencillamente estará trabajando por Israel desde otra oficina", dijo a Efe una fuente próxima a la presidencia.

Y es que a sus 91 años, después de una vida enteramente dedicada a servir a su país, el veterano político no se ha planteado abandonar ese bebé, el Estado de Israel, que vio nacer en 1948 junto a su entonces mentor David Ben Gurión.

"Mis ojos han visto a Israel en sus horas más difíciles y también en sus momentos de éxito y de mayor exaltación espiritual", afirmó el ya ex presidente israelí al inaugurar su mandato hace siete años.



A ese cargo, su último oficial, llegó después de haberlo intentado infructuosamente en 2000 y ser derrotado por Moshé Katsav, al que paradójicamente sucedió en 2007 después de que éste fuera acusado de una serie de delitos sexuales.

Mejorar el desprestigio de esta institución fue su primera misión, así como la de servir de equilibrio de la siempre fraccionada y multicultural sociedad israelí.

También ha servido de cara más amable de Israel ante la comunidad internacional, en la que con los años ha llegado a crearse un "club de fans", según la descripción que hizo a principios de mes el ex primer ministro británico y representante del Cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair.

"Estos siete años de Peres han sido una bendición para Israel", coinciden en señalar hoy israelíes tanto de derechas como de izquierdas sobre quien, hace sólo veinte años, erizaba la piel a la mitad de la población con sus revolucionarias ideas pacifistas.

Por una de ellas, la de los acuerdos de Oslo de 1993 que firmó junto al hoy presidente palestino, Mahmud Abás, le fue concedido el Premio Nobel de la Paz junto a los fallecidos Isaac Rabin y Yaser Arafat, aunque el sueño de "un nuevo Oriente Medio" nunca llegó a realizarse.

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