Consternación en Santiago por asesinato de enfermera a manos de su esposo

La pareja era miembro de la iglesia del Salón del Reino de los Testigos de Jehová

Marci Yasmín Lugo Pallero asesinada por su pareja, José Antonio Espinal Almonte, el hombre que la acompaña en la fotografía. (Fuente externa)

Al mediodía del martes, familiares velaban los restos de la joven enfermera de 25 años de edad, asesinada este lunes en sector La Cruz de Mari López, al sur de Santiago, por su esposo, un joven maestro de 28 años, quien tras el hecho se suicidó, cuando huyó hacia su comunidad natal en El Vallecito, Santiago Rodríguez.

La pareja era miembro de la iglesia del Salón del Reino de los Testigos de Jehová.

Consternada por la tragedia que acabó con la vida de Marci Yasmín Lugo Pallero, una muchacha amable, que saludaba con mucha gracia, la comunidad de Mari López está consternada por el hecho, del que supieron luego de que familiares hallaron ahorcado, en El Vallecito a José Antonio Espinal Almonte, nativo de esa localidad en Santiago Rodríguez.

Sigfredo Pallero, tío de la víctima, dijo que ‘’ellos tenían amores desde la escuela’’ y resalta, como otros consultados por Diario Libre, el don de gente de la joven, que laboraba en el área de Cuidados Intensivos en el Hospital Infantil Doctor Arturo Grullón, en Santiago, donde el viernes pasado tuvo su última jornada laboral.

Sigfredo Pallero, tío de Marci Yasmín Lugo Pallero. Por (Diario Libre/César Jiménez)
Vista desde afuera donde ocurrió el hecho. Por (Diario Libre/César Jiménez)

‘’Yo estaba trabajando en el taller, y me llaman, yo no sabía qué hacer. ¡Cuando nos dicen que, ay! Hallaron a José muerto, yo pregunté y Yasmin donde está. Sí, primero supimos lo de él’’, contó el pariente.

‘’No hay palabras para describir lo que sentimos, en especial en la unidad de cuidados intensivos. Eso aún no lo asimilamos’’, expresó Elba de la Rosa, compañera de labores de Lugo Pallero, en el hospital pediátrico.

La joven pareja residía hacía tres años en una modesta pensión, marcada con el número 4 en una propiedad de la Cruz de Mari López. Un pequeño margen en la puerta, entreabierta, dejó ver la foto, abrazados, de los jóvenes.

La muchacha se matriculó en licenciatura en Enfermería en la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), mientras Espinal Almonte en Educación Básica.

Él trabajaba en un lavadero de una prima suya y daba clases informales a niños. No tenía un empleo fijo, dice una vecina, Masy Collado, quien dice que nunca les escuchó discutir.

‘’Eso no le cabe en la cabeza a uno, andaban todo el tiempo de manos, predicando los dos juntos’’, dice sobre la pareja, el tío de la joven que reflexiona sobre las posibles razones del hecho. ‘’La mente diabólica, el diablo que ataca la gente, también él era muy callado, como él parece que no estaba trabajando bien, sería, digo yo, o tal vez estaba celoso de algo, porque él era muy callado’’, insiste, en la actitud siempre pasiva del homicida-suicida.

‘’Algunas veces se ponen celosos, ella era muy dinámica, muy seria, de su casa, de familia. Eso es lo que he pensado y la llamaban muchas veces, muchas veces, al día’’, refiere el tío.

Los familiares de Lugo Pallero la sepultaron este martes a las 4:00 de la tarde, en el Cementerio Cristo Vivo del sector El Ingenio.