¿El fin de la banca tradicional?

El dinero virtual ha llegado (Foto cortesía)

El dinero digital ha cobrado fuerza en el último año, el alza del bitcoin y la incursión de Facebook en el mercado financiero ha levantado las alarmas a los banqueros a nivel mundial.

El dinero digital tiende a ser una mera representación de las transacciones que están respaldadas por entidades bancarias. En la actualidad aún se tiende a confundir toda aquella transacción realizada desde un portal bancario como dinero virtual.

La moneda digital puede ser definida como un medio de intercambio digital que posee propiedades similares a las monedas físicas. También permite transacciones instantáneas y transferencia de propiedad sin fronteras.

Digital versus virtual

Las monedas virtuales son aquellas que no se pueden usar en el mundo físico. Como consecuencia, se pueden encontrar más monedas virtuales en los juegos en línea y redes sociales, las cuales están sujetas a una autoridad centralizada, que tiene el control del dinero que llega a los desarrolladores del mundo virtual.

A diferencia su contraparte, la moneda digital, es usada para concretar transacciones en el mundo real a través del uso de internet.

La criptomoneda de la discordia

¿Qué sucede cuando una moneda no está respaldada por algún banco? ¿Se podría denominar como dinero, tendrá valor alguno? Este es el caso de las criptomoneda. El diccionario de Oxford lo define como dinero digital que emplea técnicas de cifrado para reglamentar la generación de unidades de moneda y verificar la transferencia de fondos y que opera de manera independiente a un banco central.

La primera de ellas fue el Bitcoin, programado en el 2009. En la actualidad es la moneda con mayor confianza entre los internautas.

La descentralización es uno de los principales atractivos de este método fiduciario. Al no depender de ningún banco los datos de las transacciones quedan codificadas entre los usuarios que realizan la transacción, generando un anonimato que se percibe como seguridad al momento de resguardar la data personal, y es en este punto donde la criptomenda comienza a pisar terreno gris. Dada la naturaleza de estas operaciones son usadas también para el lavado de divisas, un punto que enturbia su crecimiento y aceptación del público en general.

En los sistemas de criptomonedas se garantizan la seguridad, la integridad y el equilibrio por medio de una red de agentes denominados “miners”. Son estos los encargados de proteger y vigilar la codificación de las conexiones. Violar la seguridad existente es matemáticamente posible. Sin embargo, llevar a cabo este proceso requeriría una mayor cantidad de recursos que los necesarios para mantener activa la red de las criptomonedas a nivel global.