El baloncesto dominicano cierra su década dorada en la arena internacional

El básquet masculino dominicano saltó a la arena internacional en la década de 1940, irrumpió con autoridad regional y alcanzó la mundial en la 1970, pero nunca tuvo un decenio como el que está cerca de acabar.

El trayecto comenzó con acento NBA, pero el rol protagónico correspondió a Víctor Liz, Eloy Vargas, Eulis Báez, Jack Michael Martínez y Francisco García (en la primera mitad).

Entre 2010 y 2019 la representación quisqueyana se clasificó a dos mundiales de mayores y tres en categorías menores, fue campeón regional y desafió a los gigantes posibles del hemisferio. Y termina con el derecho ganado de pelear un complicado cupo para los Juegos Olímpicos de Tokio.

El periodo de 10 años comenzó con una medalla de plata balsámica en 2010, ante la frustración dejada un año antes donde se bordeó la clasificación mundialista con el posible equipo de más talento jamás y después presentado. Fue en el Centrobasket en la Media Naranja, donde 36 puntos de Charlie Villanueva no fueron suficientes ante un quinteto boricua que se preparaba para el Mundial de Turquía con Carlos Arroyo (23 puntos) y José Juan Barea (14).

Erick Musselman, coach con experiencia previa en la NBA, tuvo a su cargo el equipo.

Entonces la Federación Dominicana de Baloncesto que presidía Frank Herasme entrega la gerencia del equipo a la empresa Southgate que dirigen Eduardo Najri y José Miguel Bonetti.

Pero el bronce en Argentina dio el boleto para el repechaje de 2012. Antes de llegar a ese torneo en Venezuela, los criollos pasaron por Puerto Rico, con el adolescente Karl-Anthony Towns en la banca, y conquistaron el oro del Centrobasket de San Juan, ante un quinteto local que no asimilaba lo que pasaba.

Ya en Caracas, victorias sobre Corea del Sur y Macedonia (esta apelando a la épica con 28 puntos de García) dejaron opciones de ir por un último intento tras ser barridos por Rusia y Lituania. El obstáculo fue Nigeria, que con un partido casi perfecto arrancó en los últimos dos minutos la opción de ir al único torneo importante que el país no ha asistido. Se perdió 88-73 en el último partido oficial que Horford se ha uniformado, el 8 de julio de ese 2012.

La redención llegó en 2013, en la capital venezolana. Con Orlando Antigua al frente del equipo, con James Feldeine como bujía y Towns como viendo el juego desde el banco, los duartianos arrancaron el premundial con triunfo sobre la Argentina de Luis Scola, luego cayeron ante el anfitrión en un resultado que despertó el monstruo. Antigua sentó a Jack Michael Martínez y llegaron triunfos sobre México (eventual campeón del torneo), Paraguay, Jamaica, Puerto Rico, Canadá y el boleto se selló derrotando a Uruguay.

Ya con la misión cumplida de clasificar al Mundial por vez primera desde 1977, en la fase final cayeron ante boricuas y argentinos. Al regreso al país, Jack Michael, capitán del equipo, hizo unas declaraciones incendiarias contra Horford que hasta estos días el NBA no perdona.

El 2014 arrancó con el bronce en el Centrobasquet de Nayarit, México, que marcó el debut de Ronald Roberts Jr., con el equipo, uno dirigido por José “Maíta” Mercedes.

Al Mundial de España Antigua llevó el mismo núcleo de Venezuela y logró victorias sobre Nueva Zelanda y Finlandia, con cuatro reveses, incluyendo paliza 106-71 ante el quinteto de Estados Unidos que abrió con Kyrie Irving, Stephen Curry, James Harden, Kenneth Faried y Anthony Davis. Quedaron 13 entre 24 equipos.

El año cerró con la presea de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, bajo la dirección de José “Boyón” Domínguez, el tercer metal de ese color que se consigue en el certamen, tras los de Maracaibo ’98 y San Salvador ‘2002.

El 2015 fue de esos años para el olvido. Kenny Atkinson asumió las riendas del conjunto que fue al preolímpico de México con Feldeine y García como referentes y solo se lograron victorias sobre Uruguay y Panamá con seis derrotas. El equipo finalizó sexto entre los diez que asistieron.

En los Juegos Panamericanos de ese año, en Toronto, el equipo llegó en cuarto lugar, con una victoria en cinco encuentros, con Mercedes de vuelta a la silla.

En 2016, Southgate entrega las riendas a Melvyn López para que afronte el nuevo esquema de competencia, que movía el Mundial a 2019. La ruta comenzó con la medalla de bronce en el Centrobasket de Panamá.

Llegó el turno para las ventanas, que arrancó en noviembre de 2017, con grandes bajas de figuras. López maniobró para acumular un gran capital en las primeras dos ventanas, sobre todo al sorprender a Canadá en la Gran Arena del Cibao que le permitió salir con 4-0 al cumplir los pronósticos ante Bahamas e Islas Vírgenes.

Las complicaciones llegaron a partir de la tercera (junio de 2018), cuando fueron estropeados por los canadienses forrados de NBA (97-61) y fueron sorprendidos por Bahamas (83-82) en el Virgilio Travieso Soto. La segunda parte obligaba al menos dividir con Brasil o Venezuela y barrer a Chile, tal como ocurrió con los bolivarianos, para cumplir el objetivo.

El pase al Mundial de China llegó en febrero. Se dispararon las expectativas sobre el eventual regreso de Horford y Towns, pero al final no se materializó. Nombrado el argentino Néstor “Ché” García al frente del equipo, en medio de un debate sobre si López debería dársele la oportunidad.

Los Panamericanos de Lima fueron un ensayo de figuras. Ya en China, con los pronósticos más autorizados presagiando palizas, los quisqueyanos sorprendieron a propios y extraños al eliminar a Alemania, superar la primera ronda y batallar ante Australia en la segunda fase. El equipo quedó en el escalón 16 entre los 32 participantes con marca de 2-3.

En el verano del próximo año irá a Serbia al último clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio.