Los Warriors están consciente de que el séptimo juego no será fácil

Stephen Curry y el alero brasileño Anderson Varejao celebran mientras que el alero del Thunder Oklahoma, Serge Ibaka, se lamenta. (AP/Sue Ogrocki)

OAKLAND, California, EE.UU. Luego de una temporada histórica de 73 victorias y una memorable remontada fuera de casa en el sexto juego, las aspiraciones de los Warriors de Golden State de volver a la Final de la NBA y defender su cetro se reducen a un séptimo juego en casa ante el poderoso Thunder de Oklahoma City.

Todo este tiempo, los Warriors han dicho que los múltiples récords de equipo e individuales que impusieron durante la temporada no importan en lo más mínimo a menos que repitan como campeones.

Necesitan un triunfo más para convertirse en el décimo equipo en remontar una desventaja de 3-1 en postemporada.

“Aprendí que nuestros jugadores son duros, mentalmente fuertes”, dijo el ganador del Coach del Año, Steve Kerr el domingo, cuando su equipo se tomó el día libre de la práctica y la sesión de video. “No sé si aprendí eso. Eso ya lo sabía. Pero lo confirmaron. Es una gran remontada. Aún debemos jugar. Tenemos otro juego por delante”.

Kerr solo quería que su equipo le quitara un poco del ímpetu a Kevin Durant y el Thunder. Ahora, ellos tienen el momento, justo antes del decisivo encuentro del lunes tras ganar dos partidos consecutivos en la Final de la Conferencia Oeste.

Cuando su equipo ganó el quinto juego la noche del jueves, el MVP Stephen Curry gritó: “¡No nos vamos a casa!” y Golden State no quiere que el Thunder sea el que decida los planes de verano de los Warriors.