Peguero y Mejía, dos millennials, arquitectos de la final macorisana

Félix puede cumplir tarea que a su padre le fue imposible

En esta imagen de 2015, Félix Peguero y Jesús Mejía, a los extremos de izquierda a derecha junto con Matt Hague jy Pablo Peguero en Dunedin, Florida, en un viaje de los ejecutivos de los Toros. (Fuente externa)

En los deportes el apetito por ganar es insaciable por más repletas que estén las oficinas de coronas, pero en enero de 2015, Estrellas y Gigantes se vieron las caras en una final con apremio especial. Los verdes llegaron con 47 años sin haber celebrado un cetro y los potros tenían 19 de vida con su tercera visita a esa etapa del torneo.

Tras adelantarse 2-0, con Robinson Canó en el plantel, los orientales no pudieron mantener el ritmo y los duartianos dieron vuelta a la serie y ganaron 5-3, dirigidos por Audo Vicente.

De esos Gigantes repiten esta vez en la final los relevistas Ramón Ramírez y Josh Lueke, el receptor Carlos Paulino, el infielder Hansel Alberto y el jardinero Carlos Peguero. Por las Estrellas vuelven el relevista Wirfin Obispo, los jugadores del cuadro Canó (que no jugó aquella final completa) y Gustavo Núñez y los jardineros Junior Lake y Michael Martínez. Jordany Valdespín, ahora con los nordestanos, estaba con los paquidermos.

Una muestra de cómo cambian los planteles en la Lidom y del rompecabezas que tienen que armar las oficinas de operaciones, hoy tan exigidos como los peloteros y cuerpo técnico.

Responsables de armar estos rosters son Jesús Mejía, por el cuadro cibaeño, y Félix Peguero por los del Este. Una fotografía que dice cómo ha cambiado el juego de hoy, donde en las oficinas mandan jóvenes, dependientes de sus dispositivos electrónicos para la toma de cualquier decisión y manejadores de un lenguaje algorítmico propio de ingenieros.

Mejía está en su segundo año como gerente de los potros y nueva vez acierta al armar un equipo que llega a la última etapa. Peguero debuta con la máxima responsabilidad en los elefantes, si bien desde el curso pasado tenía el cargo, aunque la última palabra la tomada en entonces vicepresidente Manny Acta.

Mejía solo tiene 33 años y Peguero 37. Al primero (hijo del actual presidente de la Lidom, Vitelio Mejía) le tocó hacer la fila como becario a finales de la primera década de este siglo, sin pedigrí beisbolero, pero aprendió, se arriesgó y no le ha quedado grande el cargo. El segundo es hijo del fenecido Pablo Peguero, el único ejecutivo que ha sido gerente de cuatro equipos en la Lidom, y acaba de ser promovido a director internacional de reclutamiento de los Gigantes de San Francisco.

“Mi padre es todo, todo para mí, esa es la motivación mía, por eso es que yo lo estoy haciendo, él fue mi mentor en lo personal y lo profesional”, dijo Peguero, al teléfono con DL desde San Pedro de Macorís.

Unas Estrellas que dominaron gran parte de la serie regular y que superaron bajas como la de Sócrates Brito en el round robin dejaron bien parada la planificación de Peguero.

“Mi padre siempre comentaba lo importante que hubiese sido para él ganar un campeonato. Pero las cosas no se dieron, sabemos que hay un factor suerte aquí y en otra cosa como la firma de pelotero de Grandes Ligas alcanzó lo máximo, esto aquí no se le pudo dar y estamos trabajando para que quizás, yo lo consiga”, dijo Félix.

Pablo Peguero fue gerente de las Estrellas, Escogido, Toros y Gigantes.

En su cuenta en Twitter que su estresante función le deja poco tiempo actualizar, Mejía advierte cómo ve el juego: wOBA, FIP, de las estadísticas con las que Bill James transformó la forma de interpretar el juego y un personaje del que se declara un discípulo.

Tras laborar en la oficina del Escogido en la gerencia de Moisés Alou, Mejía partió a La Romana y con los Toros fue parte de ese departamento que diseñó el equipo campeón nacional y del Caribe en 2020.

Estos Gigantes llegaron con más fuerza, ganaron la serie regular y estuvieron a la cabeza del todos contra todos la mayor parte.

“Nos propusimos desde que se acabó esa serie, regresar a la final y ganarla para pagarle esa deuda a los fanáticos y también por un compromiso que tenemos como competidores y con los jugadores”, dijo Mejía a DL. l

Maya y Lake, por otro título

4 La final que arrancó anoche entre elefantes y potros en el estadio Tetelo Vargas sacará a un equipo campeón diferente por novena campaña en fila. Desde que el Escogido logró los centros 2011-12 y 2012-13 no ha habido club que repita la corona. El derecho cubano Yunesky Maya está en su quinta final seguida tras haber ganado la corona con los Águilas (2018), Estrellas (2019), Toros (2020) y repetir con las cuyayas (2021). El jardinero Junior Lake está en su cuarta final. Fue campeón con las Águilas (2018), Estrellas (2019) y Toros (2020). Ambos están con los orientales.

Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Dominicana O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde el 2001. Es subeditor de Deportes de Diario Libre.