El pitcheo abridor de Tampa, con la responsabilidad de sacarlo del sótano

Chris Archer, as de la rotación abridora de los Rays de Tampa Bay, considerada cierto tono de exasperación al ofrecer su diagnóstico sobre el conjunto. (AP/Nam Y. Huh)

TAMPA, Florida. Chris Archer expresó cierto tono de exasperación al ofrecer su diagnóstico sobre los Rays de Tampa Bay: no siempre se puede depender de sus pitchers abridores.

El as de los Rays viene de su temporada más frustrante desde que entró a la rotación en 2013, con una marca de 9-19 y 4.02 de efectividad. Archer y James Shields fueron los lanzadores con más derrotas en las mayores.

No todo fue negativo, ya que sus 233 ponches le dejaron en el segundo lugar de la Liga Americana. Pero muchos de sus reveses obedecieron al poco respaldo ofensivo que recibió, un promedio de 3.5 carreras por juego.

Gracias al pitcheo y la defensa, los Rays lograron erigirse entre los mejores equipos de las mayores, clasificándose a los playoffs cuatro veces entre 2008 y 2013 con el manager Joe Maddon.

Pero llevan tres años seguidos sin avanzar a los postemporada y perdieron 94 juegos, sólo superando a los Mellizos de Minnesota en todo el béisbol.

Un repunte dependerá de un sólido desempeño de sus lanzadores, pero Archer advirtió que se necesita algo más.

La rotación

Pese a los constantes cambios, los Rays siempre son capaces de presentar una rotación de calidad.

David Price, Matt Moore, James Shields y Jeremy Hellickson fueron canjeados en los últimos cuatro años. Ahora, Archer lidera un grupo que completan Jake Odorizzi, Alex Cobb, Blake Snell y Matt Andriese.

Cobb reapareció el año pasado tras una cirugía Tommy John y busca recuperar la aureola que lo tenía señalado para ser el abridor del juego inaugural de 2015. Odorizzi mejoró ostensiblemente tras la pausa por el Juego de Estrellas (efectividad de 2.71 tras un 4.47 inicial). La gerencia dejó partir a Moore (en agosto) y Smyly (este invierno), confiando en el potencial de Snell y Andriese.

El enojo de Longoria

Cuando Forsythe fue enviado a los Dodgers, Evan Longoria reaccionó con desconcierto ante la decisión de canjear a alguien que disparó 20 jonrones con 52 impulsadas en 127 juegos.

Pero se aplacó después: “La salida de Logan causo cierta conmoción. Pero al mismo tiempo, al analizarlo en su totalidad, creo hemos mejorado un poco. No puedo decir que somos mejores tras perderlo, pero me gusto cómo hemos quedado con las nuevas fichas. Estamos en condiciones de estar a la par de los demás”.

El tercera base de 31 años es la máxima figura de los Rays y el eje de su ofensiva. Su total de 36 jonrones en 2016 fue el más alto de su carrera, además de remolcar 98 anotaciones.

El futuro

De León, de 24 años, comenzará la campaña en las menores. El boricua hizo su debut en las mayores al final del año pasado, y los Rays creen que no está lejos de afianzarse al máximo nivel.

Su gerente general Erik Neander defendió la decisión de canjear a Forsythe por De León: “Lo había evaluado bastante... Era un oportunidad que no podíamos dejar pasar”.

Lo que puede salir mal

Tras operarse la rodilla, el retorno de Ramos está previsto para mayo. Rasmus, el torpedero Matt Duffy y el relevista Brad Boxberger posiblemente se pierdan juegos al inicio por lesiones. El cerrador dominicano Alex Colomé fue seleccionado al Juego de Estrellas en 2016, pero el resto del bullpen suscita dudas.

Afrontan un desafiante primer mes, con 14 juegos frente a los Yanquis, Azulejos y Medias Rojas, seguidos por series contra los Tigres y Astros.