Los Medias Rojas arrancan su época sin el Big Papi

Trabajadores laboran en el terreno del Fenway Park, hogar de los Medias Rojas de Boston, el jueves 30 de marzo de 2017.

FORT MYERS, Florida. Por primera vez desde 2003, en la alineación de los Medias Rojas no aparece el nombre de David Ortiz.

El bateador designado dominicano ahora disfruta de su retiro —selfies desde la playa, la autobiografía que publicará pronto y otros menesteres personales. Pero, por favor, no hay necesidad de reaccionar con pavor al iniciar la era post ‘Big Papi’ en Boston.

Ortiz se despidió con una campaña en la que lideró la Liga Americana con un slugging de .620, además de batear para .315 con 127 impulsadas.

¿Se le echará de menos? Obvio que sí. Pero los Medias Rojas siguen siendo un equipo temible. Acaban de añadir a Chris Sale, uno de los mejores abridores de las Grandes Ligas. Mookie Betts fue el segundo más votado por el premio al Jugador Más Valioso el año pasado. Y Andrew Benintendi emprende su primera temporada completa como el prospecto número uno de las mayores.

“Será algo raro. Nunca jugué sin él”, comentó Betts. “Tenía la experiencia que ninguno de nosotros los jóvenes teníamos. Su risa, el buen humor y, por supuesto, ese liderazgo. Tenemos que gente que puede hacer, pero solo hay un David Ortiz”.

Ese liderazgo de un veterano quedará ahora en manos de Dustin Pedroia, el segunda base de 33 años: “Aún tengo su número de teléfono por si necesito algún consejo. La verdad es que no se ha ido. Siempre estará con nosotros y será vital de lo que haremos”.

¿EL RESURGIR DEL KUNG FU PANDA?

El otro gran fichaje de Boston en la agencia libre previo a 2015 fue el tercera base venezolano Pablo Sandoval, firmando un pacto 95 millones de cinco años.

Solo ha podido disputar 129 juegos con los Medias Rojas, con promedio de .242 y 10 jonrones. Hace un año perdió su condición de titular en la antesala ante Travis Shaw, luego de reportarse a la pretemporada con sobrepeso. Apenas pudo participar en tres juegos, debiendo operarse el hombro del brazo izquierdo.

Sandoval es nuevamente titular y lució en mejores condiciones durante la pretemporada.

EL RESTO

De arriba a abajo, la alineación luce completa en un equipo que lideró la Americana con un diferencial de más 184 carreras en 2016. El rompecabezas para Farrell será encajar bien sus piezas. Betts (derecho), Benintendi (izquierdo) y Bradley (central) conforma tal vez el trío más dinámico de jardineros del momento.

Pedroia, Benintendi, Betts y Bogaerts se perfilan para ocupar los primeros cuatro turnos del orden ofensivo, seguidos por Ramírez, Bradley, Sandoval, Moreland y el cátcher venezolano Sandy León (.310 al bate).

EL FUTURO

Todas las miradas estarán puestas en Benintendi, quien al debutar en la recta final de la pasada campaña bateó para .295 con 14 impulsadas en 34 juegos. También conectó un jonrón en la postemporada.

Pese a que en los últimos meses han cedido importantes prospectos (Yohan Moncada y Anderson Espinoza) en los canjes por Sale y Drew Pomeranz, Boston sigue teniendo buena calidad en las menores, sobresaliendo el tercera base dominicano Rafael Devers y el pitcher zurdo Jason Groome.

LO QUE PUEDE SALIR MAL

Arrancan el año con dos abridores en la lista de incapacitados: los zurdos David Price (codo) y Pomeranz (antebrazo). Price, a quien ficharon por 217 millones antes de 2016, viene de registrar una efectividad de 3.99, la más alta en una campaña completa en su carrera. El cerrador Craig Kimbrel pasó por altibajos en la primera mitad del año pasado.