Francisco Liriano, el rey dominicano del pitcheo
Ozzie Guillén lo seleccionó ayer para asistir al JE
PALENQUE, SAN CRISTÓBAL. Francisco Liriano Casilla quiso aprovechar la pausa del Partido de las Estrellas para pasar tres días con sus familiares y amigos en su comunidad natal, pero el impacto que ha causado este zurdo de 6´2 de estatura le recortó sus "vacaciones" de verano, porque en la mañana de ayer fue llamado para ser incluido para jugar en el Clásico de Mitad de Temporada.
Y es que el éxito repentino que ha logrado el noveno de los diez hijos de Francisco Liriano y Paula Casilla le privará de disfrutar, más tiempo del planificado, de su sazón y ambiente favorito. Su marca de 10 victorias, una derrota, efectividad de 1.83 y 102 ponches en 88.1 entradas llamó la atención del dirigente Ozzie Guillén y a las 8:30 de la mañana de hoy viajará a Pittsburgh para esta noche estar en uniforme por la Liga Americana.
De 22 años y firmado como jardinero en el año 2000 por un bono de US$900 mil por los Gigantes de San Francisco, Liriano fue convertido de inmediato en lanzador debido a la fortaleza que tiene en su brazo y al hecho de que no corría bien, además de que no tenía la contextura para ser un bateador de temor.
Lesiones en su codo izquierdo limitaron sus actuaciones entre 2001 y 2003, pero el año pasado resurgió y fue escogido Lanzador del Año de las Ligas Menores. En 2004 fue traspasado junto a Joe Nathan a los Mellizos por el receptor A. J. Pierzynski.
Su arranque hace recordar y compararlo con lanzadores como Fernando Valenzuela y Dwight Gooden, además de que lo convierten en considerable candidato para los premios al Novato del Año y Cy Young. Pero por la mente de Liriano sólo pasa salir en cada aparición pensando en las 15 victorias "y luego veremos si Dios me tiene algo más".
"Estos números se los debo a mi pitching coach y a la ayuda que he tenido de Johan Santana", dijo Liriano ayer, en exclusiva con DL. "Él (Santana) me ha enseñado cómo y cuándo utilizar cada lanzamiento en cada situación y a cómo administrar el cuerpo, es mi gran profesor".
"Cuando me enfrenté a Roger Clemens, Santana, un ganador del premio Cy Young, me orientó sobre cómo manejarme ante un público que en su mayoría fue a aplaudir a una leyenda y gracias a Dios todo salió bien", agregó.
Entiende que el venezolano Santana ha sido el complemento de madurez, ya que tomó mayor dominio de los bateadores cuando el año pasado cambió su mecánica de lanzar y logró dominar el slider, el cambio, la recta a media costura y el sinker.
Su participación con el equipo dominicano en el Clásico Mundial le impidió ganarse un puesto como abridor en la rotación de los Mellizos durante los campos de entrenamientos, pero antes que lamentarse, el miembro de los Leones del Escogido en la pelota invernal se siente más que orgulloso.
"Nunca me arrepiento de haber ido al Clásico Mundial. Fue la oportunidad de representar a mi país y no tengo palabras para agradecer el hecho de que me hayan incluido. Gracias a Dios me invitaron y es una oportunidad que no aparece todos los días", afirmó.
No fue sino hasta el 19 de mayo que Liriano tuvo la oportunidad de abrir partidos, por lo que en un mes y 20 días logró una marca superior a la de cualquier lanzador criollo en esta campaña.
Junto a amigos y familiares, Liriano (que llegó al país el domingo al mediodía) vino a estrenar un carro marca Chrysler 300 del año 2006 color crema (valorado en US$50 mil) que le compró el mes pasado a David Ortiz.
Como jardinero, Liriano creció admirando a Ken Griffey Jr., pero tan pronto se convirtió en lanzador, Pedro Martínez pasó a ocupar ese lugar. No será hasta 2008 cuando Liriano pueda ir al arbitraje, por lo que esta campaña ganará el salario mínimo (US$326 mil).
Aunque dijo estar dispuesto a lanzar con el Escogido, indicó que la última palabra la tienen los ejecutivos de Minnesota, que el año pasado le prohibieron lanzar en el país.
NPerez@diariolibre.com
Lesiones en su codo izquierdo limitaron sus actuaciones entre 2001 y 2003, pero el año pasado resurgió y fue escogido Lanzador del Año de las Ligas Menores. En 2004 fue traspasado junto a Joe Nathan a los Mellizos por el receptor A. J. Pierzynski.
Su arranque hace recordar y compararlo con lanzadores como Fernando Valenzuela y Dwight Gooden, además de que lo convierten en considerable candidato para los premios al Novato del Año y Cy Young. Pero por la mente de Liriano sólo pasa salir en cada aparición pensando en las 15 victorias "y luego veremos si Dios me tiene algo más".
"Estos números se los debo a mi pitching coach y a la ayuda que he tenido de Johan Santana", dijo Liriano ayer, en exclusiva con DL. "Él (Santana) me ha enseñado cómo y cuándo utilizar cada lanzamiento en cada situación y a cómo administrar el cuerpo, es mi gran profesor".
"Cuando me enfrenté a Roger Clemens, Santana, un ganador del premio Cy Young, me orientó sobre cómo manejarme ante un público que en su mayoría fue a aplaudir a una leyenda y gracias a Dios todo salió bien", agregó.
Entiende que el venezolano Santana ha sido el complemento de madurez, ya que tomó mayor dominio de los bateadores cuando el año pasado cambió su mecánica de lanzar y logró dominar el slider, el cambio, la recta a media costura y el sinker.
Su participación con el equipo dominicano en el Clásico Mundial le impidió ganarse un puesto como abridor en la rotación de los Mellizos durante los campos de entrenamientos, pero antes que lamentarse, el miembro de los Leones del Escogido en la pelota invernal se siente más que orgulloso.
"Nunca me arrepiento de haber ido al Clásico Mundial. Fue la oportunidad de representar a mi país y no tengo palabras para agradecer el hecho de que me hayan incluido. Gracias a Dios me invitaron y es una oportunidad que no aparece todos los días", afirmó.
No fue sino hasta el 19 de mayo que Liriano tuvo la oportunidad de abrir partidos, por lo que en un mes y 20 días logró una marca superior a la de cualquier lanzador criollo en esta campaña.
Junto a amigos y familiares, Liriano (que llegó al país el domingo al mediodía) vino a estrenar un carro marca Chrysler 300 del año 2006 color crema (valorado en US$50 mil) que le compró el mes pasado a David Ortiz.
Como jardinero, Liriano creció admirando a Ken Griffey Jr., pero tan pronto se convirtió en lanzador, Pedro Martínez pasó a ocupar ese lugar. No será hasta 2008 cuando Liriano pueda ir al arbitraje, por lo que esta campaña ganará el salario mínimo (US$326 mil).
Aunque dijo estar dispuesto a lanzar con el Escogido, indicó que la última palabra la tienen los ejecutivos de Minnesota, que el año pasado le prohibieron lanzar en el país.
NPerez@diariolibre.com