Libertadores: Boca-River, una final que enfrenta a familias

El Clásico que define el campeón de América

En esta foto del 7 de noviembre de 2018, Gonzalo Raffo posa para una foto con su esposa Delfina Foramitti en Buenos Aires, Argentina. Raffo es un fanático de Boca Juniors. Su esposa arraiga apasionadamente para River Plate. Ven todos los partidos juntos usando los colores de su equipo. A veces apuestan: quien pierde debe hacer todas las tareas de la casa. El ganador consigue relajarse.

BUENOS AIRES. Gonzalo Raffo es un hincha fervoroso de Boca Juniors. Su esposa, Delfina Foramitti, se desvive por River Plate.

Ven por televisión juntos cada partido con los colores de los clubes que mantienen una de las rivalidades más intensas del mundo.

A veces apuestan: el que pierde se encarga de las tareas de la casa. El ganador no hace nada. Bromean entre ellos. A veces, las bravuconadas y frases hirientes alcanzan un punto que acaban peleados. Pero lo que está en juego ahora lo supera todo.

Es la primera vez que los dos clubes más grandes de Argentina se enfrentan en la final de la Copa Libertadores. Como muchos argentinos, los esposos están de acuerdo que nada se compara con esta final histórica. Pero también temen que estos dos clubes que dividen al país también pueden dividir a su propia familia.

“Lo siento más que el Mundial”, dijo Foramitti sentado al lado de su esposo en un sofá blanco en el que suelen ver fútbol por televisión. “Estoy muy nerviosa, pero por dos cosas. No solo por River, porque soy muy fanática. Me preocupo más por él, porque van a volar los platos en esta casa”.

Raffo respondió: “¡Mientras gane Boca no va a pasar nada!”, dijo soltando una carcajada.