Victoria histórica del Girona (2-1) que deja el Madrid a ocho puntos del líder

Los jugadores del Girona celebran su primer gol ante el Real Madrid en el partido de Liga jugado esta tarde en el estadio de Montilivi de Girona.

GIRONA. Girona dio el gran zarpazo ante Real Madrid en la liga española.

El delantero uruguayo Christian Stuani marcó un gol, colaboró en otro y fue clave en la remontada del modesto club catalán ante el campeón reinante Real Madrid, que cayó derrotado por 2-1 y quedó descolgado a ocho puntos del líder Barcelona.

Fue el segundo revés del equipo de Zinedine Zidane en el campeonato, el primero a domicilio, y ante un recién ascendido como el Girona, que escaló al 12do puesto de la tabla con 12 puntos.

“No creo que jugáramos mal. No faltó intensidad. Por eso me molesta. Son más detalles de concentración. No hay que darle más vueltas. No era lo previsto. Lo vamos a levantar”, relativizó Zidane.

El Madrid jugó en Cataluña por primera vez tras el agravamiento de la crisis en la región del noreste, donde parte de la población aboga por independizarse de España. No se produjeron incidentes.

Isco Alarcón puso en ventaja al Madrid a los 12 minutos, pero Stuani niveló a los 54 con su quinta diana del torneo, y luego facilitó el tanto de la victoria de Pere Pons a los 58.

Los madridistas, que jugaron un pésimo partido con numerosas bajas en el once, quedaron anclados en el tercer puesto con 20 puntos por la décima fecha, mientras que el Barsa cuenta 28 y el escolta Valencia 24.

“El planteamiento era valiente... Sabíamos que enfrentarnos al Madrid era ir contra un peso pesado siendo un peso pluma”, declaró el técnico de Girona Pablo Machín.

El tropiezo significó el fin del récord de victorias a domicilio en la liga del Madrid, que se quedó en 13, mientras que el debutante Girona ganó por primera vez en su historia al equipo capitalino.

En otros partidos, la Real Sociedad perdió de visitante frente al Getafe por 2-1, quedando así novena con 14 unidades.

Mikel Oyarzabal marcó a los 5 minutos por la Real, pero tantos de Angel Rodríguez (78) y Jorge Molina (85) dieron la vuelta al marcador y posibilitaron la tercera victoria liguera del décimo clasificado Getafe.

El undécimo, Levante, y el 17mo, Eibar, igualaron 2-2. Los levantinos se adelantaron gracias a goles de Morales y Enis Bardini a los 35 y 37 minutos, respectivamente, pero Anaitz Arbilla (51) y Charles (74) nivelaron por el Eibar.

El Málaga finalmente celebró su primer triunfo y abandonó la cola de la clasificación al vencer 2-1 al Celta de Vigo al cierre de la jornada. Adrián González (45) puso en ventaja al cuadro andaluz y Iago Aspas (76) igualó transitoriamente por los celtiñas, aunque José García “Recio” decantó nuevamente la balanza del bando local al transformar un penal a falta de siete minutos para el final.

Al Madrid le acompañó la suerte durante un buen rato en Girona, pues los locales contabilizaron dos remates a la madera en la primera mitad, que sin embargo acabó con ventaja blanca en el marcador, después de que Isco rebañara un mal rechace del arquero a tiro de Cristiano Ronaldo.

Poco entonados en la elaboración del juego, los madridistas se limitaron a buscar el contragolpe y cometieron numerosos errores en la entrega del balón, que el Girona no supo aprovechar.

Pablo Maffeo fue el primero en lanzar un balonazo al poste en intento de centro envenenado para Francisco Aday, y de allí originó la transición que supuso el tanto visitante, mientras que Portu repitió poco después un sorprendente cabezazo descendiente, que dio en la parte interior del arco y se paseó por la línea de gol ante la mirada de Kiko Casilla.

La jugada, algo rocambolesca, encontró réplica tras la reanudación en el arco defendido por Yassine Bono, que contempló como un improvisado remate de espuela de Karim Benzema era despejado por Aday.

Del posible 2-0 se pasó al empate, surgido de una conducción de Pere Pons que dejó una pelota suelta a pies de Stuani, instintivo, frio y paciente en el sorteo sobre Nacho Fernández e implacable en su zapatazo colocado a la izquierda de Casilla.

Descentrado, el equipo de Zidane no acertó a corregir sus deficiencias, sino que las amplió a la falta de atención defensiva, lo que posibilitó que Stuani recibiera en el área y soltara un remate cruzado que el arquero repelió en dirección a Maffeo, cuya posterior volea desvió a la red Portu.

Con el marcador en contra, Zidane dio entrada a Marco Asensio y Lucas Vázquez en busca de mayor clarividencia ofensiva, pero el Madrid siguió ofuscado y fue nuevamente Stuani quien más se acercó al gol con un toque picado sobre Casilla que se perdió fuera por poco.

El uruguayo de 31 años se retiró a poco del final entre aplausos, generalizados poco después al resto del plantel del Girona, verdugo de un Madrid alejado de la cima en la liga.

Entre política y ‘castellers’, la gran fiesta del Girona ante el Real Madrid

Se puede vivir en un bastión del independentismo catalán y disfrutar como un niño con la visita del Real Madrid, el club emblemático de la capital de España: el equipo de Zinedine Zidane cayó 2-1 ante el recién ascendido Girona, en un partido disputado con un ambiente festivo, pese a la actual crisis política en Cataluña.

“Hablemos de fútbol, dejemos de lado la política, estamos saturados”, pedía en la entrada del partido Daniel Rimbau, un estudiante de 21 años vestido con la camiseta roja y blanca del Girona.

Junto a él, su amigo David lucía atada al cuello una ‘estelada’, la bandera independentista catalana, pero los dos aficionados ponían el acento en la vertiente deportiva del partido: era el primer partido oficial entre el modesto club catalán, que está jugando en primera división por primera vez en su historia, y el todopoderoso Real Madrid. Y David terminó tumbando a Goliat.

“Esta mañana, cuando me desperté, no me daba todavía cuenta de que Cristiano Ronaldo y Zidane venían. Es un día especial”, subraya Daniel.

Este joven se recuerda de los años, no muy lejanos, en los que el Girona jugaba en divisiones inferiores y en los que él y sus amigos podían saltar sin problemas al campo para dar unos toques al balón durante los descansos de los partidos.

En las gradas del estadio de Montilivi (13.500 espectadores), en la periferia de esta ciudad de 100.000 habitantes considerada como una de las plazas fuertes del separatismo, las banderas catalanas son muy numerosas. De repente, el público grita “¡Independencia!” o “¡Llibertat!” (Libertad, en catalán), como un recuerdo inevitable de la situación política.

El partido se disputa apenas dos días después de la declaración unilateral de independencia del Parlamento catalán, el viernes, y de que el gobierno de Madrid recibiera la autorización del Senado para tomar el control del gobierno regional.

- Día histórico -

En las gradas también se podían ver camisetas del Real Madrid e incluso alguna bandera española. El primer gol del partido, obra de Francisco Alarcón ‘Isco’ para los ‘merengues’, hizo aplaudir a una cuarta parte del estadio, aunque la auténtica fiesta se desató con la remontada del Girona.

El autocar del equipo madrileño, sin distintivos por motivos de seguridad, fue recibido en Montilivi con una mezcla de aplausos y abucheos.

Para muchos aficionados del Girona, el Real Madrid no es un adversario directo, sino el “rival del hermano mayor”, el FC Barcelona.

“Lo que pasa aquí es una fiesta. Hay que separar lo que es Cataluña y lo que son sus clubes, el Girona, el Barça y el Espanyol”, estimó Daniel Rimbau.

De la misma opinión es David Céspedes (49 años), que acudió al partido con su hija Laura: este hincha, con una gorra del Girona, cree que “la política tiene que ir al margen del deporte”.

Para él, la amenaza de una exclusión de los clubes catalanes de la Liga en caso de una independencia efectiva “no tendría sentido”, aunque admite que “tampoco se sabe cómo va a acabar políticamente” la crisis actual.

“Una Liga sin el Barça sería menos competitiva. Dependerá de las circunstancias políticas, pero tampoco le interesa a la Liga perder al Barça”, afirma.

- “Que nos echen” -

Al Real Madrid tampoco le interesaría esa exclusión del Barcelona de la Liga, al menos desde el punto de vista económico, teniendo en cuenta la cuestión de los derechos televisivos y la enorme repercusión mundial de sus ‘Clásicos’ contra los azulgranas.

“Si no nos quieren (en la Liga), que nos echen”, desafía Lluis Torrent, dispuesto a que su Girona abandone la Liga española. Aunque junto a eso desea que el club pueda mantenerse en la primera categoría del campeonato español si no es excluido.

Unas horas antes del inicio del partido, este ingeniero de 56 años fue a la plaza del Ayuntamiento, donde tenían lugar celebraciones de las fiestas de San Narciso, patrón de la ciudad.

Allí estuvo también la alcaldesa Marta Madrenas, que sucedió en el puesto al dirigente independentista Carles Puigdemont, presidente de Cataluña cesado por el gobierno español tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española. En la plaza se elevaban populares ‘castellers’, esas impresionantes torres humanas que desafían la gravedad.

“Sería un gran regalo para las fiestas derrotar al Real Madrid”, afirmaba de manera premonitoria: el pequeño tumbó al grande en Montilivi, en un día en el que fútbol y política se entremezclaban inevitablemente.