Los novatos estarán presentes en los Padres de San Diego en el 2017

Foto de archivo del 27 de septiembre de 2016, en la que Hunter Renfroe de los Padres de San Diego observa tras batear un grand slam ante los Dodgers de Los Ángeles. (AP/Lenny Ignelzi)

SAN DIEGO. Will Myers es el único bateador de renombre en la alineación. Ninguno de los integrantes de la rotación que inició la temporada de 2016 permanece en el equipo. Inmersos en una profunda reconstrucción, los Padres de San Diego parecen encaminados a perder 100 juegos este año.

Frente a un panorama tan desolador, en el que abren el compás para el desarrollo de sus prospectos, lo mejor que pueden hacer los Padres es experimentar.

Y el experimento más curioso tiene como protagonista a Christian Bethancourt.

Si todo sale acorde a lo planificado, el panameño se desempeñará como jugador de posición —de receptor y hasta jardinero— y también trabaje de lanzador. Nadie lo ha hecho en las mayores desde Brooks Kieschnick, quien acumuló 42 apariciones como relevista, fue titular en cuatro juegos como en el bosque izquierdo y otros cuatro de bateador designado en 2004 con Milwaukee.

¿El último en actuar con por lo menos tres veces como pitcher y receptor en la misma temporada? Mike Ryba, por los Medias Rojas en 1942.

“Supongo que todo se trata de sacar tres outs en un inning.”, dijo Bethancourt, quien surgió como receptor con los Bravos de Atlanta. “Me toca ser un utility, por lo que debo prepararme para cualquier tipo de situación, en el jardín izquierdo, lanzar, receptor, designado, bateador emergente, lo que sea”.

Una nueva rotación

Mientras sus promesas se pulen en las menores, los Padres han armado una rotación a fuerza de remiendos.

Su abridor del juego inaugural será el venezolano Jhoulys Chacín, quien en diciembre firmó un pacto de 1,75 millones por un año. El derecho abrió el juego inaugural de los Rockies de Colorado en 2013, cuando sumó 14 victorias y tuvo efectividad de 3.47. Pero lesiones en el hombro descarrilaron su carrera durante dos temporadas, hasta que pudo encontrar algo de regularidad la pasada campaña con Atlanta y los Angelinos.

Clayton Richard, Trevor Cahill, Luis Perdomo y Jered Weaver completan el grupo.

Dueños de la ciudad

Como equipo de expansión, los Padres se incorporaron a la Liga Nacional en 1969. Han alcanzado dos veces la Serie Mundial, sucumbiendo de forma expedita en 1984 y 1998.

Ahora quedan como la única franquicia profesional en San Diego, luego que los Chargers decidieron mudarse a Los Ángeles. Es una situación particular para un club de las mayores, ya que todos los otros 29 cuenta con un vecino en la NFL, NBA, NHL o MLS.

Myers un baluarte

Tras ser seleccionado a su primer Juego de Estrellas, Myers firmó un nuevo contrato de 83 millones por seis años.

El primera base bateó 28 jonrones y robó ese misma cantidad de base en 2016. Myers y el tercera base venezolano Yangervis Solarte (15 jonrones y 71 impulsadas) cargarán con el peso de la ofensiva.

Aquí es en donde abunda el optimismo. Preller ha invertido unos 70 millones para el draft y el mercado internacional, además de gestar canjes que añadieron más prospectos. El sistema de ligas menores de San Diego fácilmente está entre los cinco mejores del béisbol.

Tienen de todo en la cantera: el torpedero panameño Javier Guerra, el zurdo venezolano Anderson Espinoza y el infielder venezolano Carlos Asuaje sobresalen.

Lo que puede salir mal

Muchas cosas. Un momento, por favor ¿Jered Weaver? Ese mismo, el derecho venido a menos, que a duras penas alcanza las 85 mph con su recta. Así están las cosas.

Otro detalle: la nómina del equipo rozará los 60 millones, pero la mitad será para cubrir los salarios de varios jugadores que ya no están, como Shields y Kemp.