Mike Mussina espera tener una buena campaña con los Yanquis

TAMPA, FLORIDA. El veterano lanzador Mike Musían entrará a su temporada 17 con 250 triunfos sin haber ganado 20 juegos en una temporada, tiene dos de 19 (1995 y 1996 con los Orioles) y es el que llega más temprano al terreno, pero también dice adiós un poco antes que los demás. Está confiado en que aún le quedan en su brazo unas cuantas victorias.

Sin embargo, los reportes de los escuchas dicen que su bola rápida ha perdido velocidad, a ratos algo pegadas para los novatos, y el resto, experiencia y control.

¿Que más voy a pedir? Parte importante de todo esto es su determinación de mantener al "padre tiempo" junto a su brazo todo lo que necesite, para poder quedarse en la rotación de los Yankees de New York.

Mike Mussina sabe que el tiempo va corriendo, como su recta de antaño, y pocos días lo separan de ver o no su nombre en los box scores. Ya es hora, y hay que estar seguro para una última mirada, si hay que decir adiós.

Mike Mussina ha cumplido 39 años, pero hay tres nuevos pitchers jóvenes, Phil Hughes, Ian Kennedy y Jobe Chamberlain, "que parecen estar empeñados en enviarlo de vuelta a casa en Mountoursville, Pa".

"Tengo 39 años", dijo Mussina con su rostro mostrando la cólera y agregó con voz de trueno "Eso no es ningún rumor". Su cabello no muestra nada gris, es negro y aunque Mussina pareció envejecer la pasada temporada, aparentando más edad que la que muestra su licencia de manejar, la culpa según todos, fue la peor temporada de su carrera (11-10, 5.15), la más dolorosa y la de más difícil recuperación.

"Estoy seguro y sé perfectamente que no soy el mismo pitcher de hace 10 años, pero estoy seguro que aún puedo lanzar. Y quiero probarme a mi mismo que puedo hacerlo, y quiero hacerlo", dijo.

El dilema de los Yanquis en materia de pitcheo es si esa mezcla de brazos jóvenes salpicado de veteranos podrán mantener el equipo en la pelea en la División Este, sobre todo frente a un equipo que luce sólido en todos los renglones como es el de los Medias Rojas de Boston. Sin embargo, la situación de Curt Schilling también presenta un desequilibrio en Boston.