Aboga porque yudocas sean llevados a la inmortalidad

Pidió también reconocimiento especial para los entrenadores deportivos de las provincias

Eleucadia Vargas Reyes obtuvo una medalla de bronce en los XI Juegos 1991 en La Habana, Cuba. (Fuente externa)

Jaime Casanova, pasado presidente de la Federación Dominicana de Judo y extesorero del Comité Olímpico Dominicano, pidió considerar a los atletas de la disciplina por generaciones para ser elevados al Salón de la Fama del Deporte Dominicano.

Indicó que, en el tiempo que estuvo al frente de la Fedojudo, conoció y trató a decenas de atletas que en su momento fueron gloria, dieron medallas al país y pusieron en alto el nombre de nuestro República Dominicana “por la dedicación y el orgullo individual de lucir una medalla para orgullo de los dominicanos”.

“Junto a los logros deportivos tienen que estar los valores morales, sociales, de ética y todo aquello por lo que debe de propugnar una sociedad en valores humanos y familiares”, consideró Casanova.

Entre esos nombres que menciona Casanova para ser considerados para la inmortalidad señala a Oscar Kidd, VII Juegos 1975, México, México, bronce; Desiderio Lebrón Arias, bronce en los IX Juegos 1983, Caracas, Venezuela; José Veras Reyes, plata en los XI Juegos 1991, La Habana, Cuba; Altagracia Contreras, plata en los XI Juegos 1991, Cuba y Eleucadia Vargas Reyes, bronce en los XI Juegos 1991, La Habana, Cuba.

También ponderó a Antonio Vizcaíno Mata, plata en los XII Juegos 1995, Mar del Plata, Argentina; Winnipeg, Canadá; Juan Carlos Jacinto, bronce en los XIII Juegos 1999, Winnipeg, Canadá; Modesto Lara Arias, plata en los XIV Juegos 2003, Santo Domingo; María García Cáceres, bronce en los XV Juegos 2007, Río de Janeiro, Brasil y Teófilo Diek Andón, bronce en los XV Juegos 2007, Río de Janeiro, Brasil.

Según Casanova, esos atletas también deben ocupar un nicho en el Pabellón del Deporte Dominicano, porque fueron “buenos competidores y subieron a competir pensando" en el país”.

“No pretendo imponer pautas, pero siempre he propugnado para que separen por épocas a los atletas para su exaltación, debido a que la escogencia de un medallista de los años sesenta en juegos centroamericanos, por ejemplo, contrasta con la calidad deportiva de años recientes lo que crea discrepancias”, estimó el pasado el ex presidente de Judo.

Recordó que hasta la fecha solo están tienen nicho en el Pabellón de los Inmortales, Radhamés Lora (1992), Plata en San Juan 1979, Juegos Panamericanos; Juan Chalas (2003), bronce en Medellín 1978, Juegos Centroamericanos y del Caribe; Mamoru Matsunaga (2009), como propulsor; Dulce María Piña (2012), bronce en Mar del Plata 1995 y en Santo Domingo 2003; Juegos Panamericanos; Andrea Confesora Hernández (2014), plata en Indianápolis 1987, Juegos Panamericanos; y Vicbart Geraldino (2018), una medalla de oro, una de plata y cuatro en campeonatos panamericanos.

“Ellos son merecedores de este mérito, cumplieron su ciclo y se ganaron su espacio, por lo que felicitamos su escogencia, pero por igual ponderamos a los señalados, dueños de marcas y poseedores de medallas en el plano nacional e internacional”, apuntó Casanova.

En otro orden, estimó que, en cada ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, debe existir un espacio para un reconocimiento especial a uno o dos monitores del interior, considerando que cada provincia tiene “un héroe deportivo”, que inició o trabaja en la formación de atletas que son parte o que fueron selecciones nacionales”.

Larga experiencia como encargado de estadísticas Dodgers de Los Ángeles en República Dominicana y corresponsal de los medios El Caribe, El Nacional, la Noticia. Fue redactor en el periódico Última Hora y encargado de estadísticas de la pelota invernal en el Listín Diario.