Bernardo Pié e Ignacio Vásquez: dos historias de sacrificio para Tokio 2020

Con ellos, en taekwondo y remo, el país tiene dos Quisqueyanos Valientes

El monteplateño Bernardo Pié conoce muy bien lo que es el sacrificio.

Sabe de sobra que nada en la vida es gratis.

Desde pequeño aprendió que para llegar lejos, hay que valerse de sí mismo, como hacía con su hermano Luisito, con quien caminaba tres kilómetros todas las mañanas y tres más de vuelta todas las tardes para regresar de la escuela.

Hoy, a solo semanas de su participación olímpica en los Juegos de Tokio, el medallista de plata de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, recuerda lo importante que es tener confianza en sí mismo.

“Muchas personas no creyeron al principio en nosotros, incluyendo personas de nuestras familias. Por eso a veces no nos creemos los éxitos que hemos tenido y lo que ha pasado en nuestras carreras deportivas”, dijo Pié en el programa Quisqueyanos Valientes, una producción de Jessica Hasbún, que comenzó a presentarse el domingo por Color Visión.

Bernardo es hermano de Luisito, medallista de bronce en los Juegos de Río, también en taekwondo, deporte que también produjo una medalla de plata olímpica en la persona de Gabriel Mercedes en Beijing 2008.

“Mi papá era un trabajador de la caña de azúcar y mi mamá a veces no tenía ni 10 pesos para darnos para el desayuno. En ocasiones llegábamos a la casa de la escuela y los platos estaban limpios”, recuerda Bernardo, nativo de Miguelito, “un campo de Bayaguana”, como él mismo describe en el especial sobre los atletas olímpicos dominicanos que se extenderá por cuatro semanas.

Ignacio Vásquez

La historia del remero Ignacio Vásquez, primer dominicano que logra un boleto para unos Juegos Olímpicos en este deporte es similar.

“Cuando me quedo en mi casa, salgo a las 4:30-5 de la mañana es un proceso de entrenamiento fuerte. Entrenamos tres secciones, una a las 5, otra a las 10:30-11”, dice Vásquez, nativo de Bonao.

“La primera vez que fui al lugar donde se entrena remo, fue en unos juegos escolares y ahí fue la primera vez que conocí el remo. Solo hay una instalación, la que está en Bonao (en la presa de Rincón). En esas instalaciones se celebraron los Juegos Panamericanos del 2003. Aquí no mucha gente conoce remo, porque es muy caro, pero en otros países es tradicional”, dijo.

¿Y por qué le pone tanto empeño?

“Cuando uno coloca el bote en el agua, uno coge el sentimiento. Uno trata de poner el empeño y la mente en eso para hacerlo bien”, dijo Vásquez, expescador que clasificó en marzo a Tokio.

Dionisio Soldevila Brea es licenciado en Derecho y cronista deportivo desde 1998. Es Jefe de Redacción y Editor Deportivo de Diario Libre desde enero del 2021.