Tommy John, la cirugía que le cambió la vida a muchos en GL
Porcentaje. Se estima que uno de cada diez lanzadores de la actualidad se han sometido a la operación
CHARLOTTE. Tommy John no tenía idea de que la "detonación" en su brazo hace 23 años y el experimental sobrevenir de la cirugía que se le aplicó provocaría un avance en la medicina que ha colocado a 288 lanzadores en más carpetas médicas que en libros de récord de béisbol.
El dominicano Francisco Liriano iba bien compilando una de las mejores temporadas para un lanzador novato en la historia reciente del béisbol. El joven de 22 años de los Mellizos tenía un impresionante récord de 12-3, 2.19 de efectividad y una aparición en el Partido de las Estrella en julio pasado, cuando las cosas de repente dieron un cambio que terminaron en un final estrepitoso.
Liriano pasó la mayor parte del resto de la temporada en la lista de lesinados después de experimentar persistentes dolores e inflamación en su brazo de lanzar y en su codo. Durante un partido en septiembre contra Oakland, que sería su último del año, Liriano dijo que sentía un "ruido seco" en su brazo, luego diagnosticado como una tensión de ligamento colateral cubital, una condición que el ex lanzador Tommy John conocía muy bien.
La cirugía para corregir el problema es oficialmente llamada "reconstrucción del ligamento cubital colateral", pero es comúnmente referida ahora como la "cirugía Tommy John", por el primer jugador que se sometió a la operación en 1974 y entonces lanzó 13 años en las Grandes Ligas, incluyendo cuatro apariciones en Partidos de Estrellas.
"Lo primero que hice fue llamar a Terry (Ryan, gerente general de los Mellizos)", dijo John. "Le dije (que a Liriano) debía hacerse la cirugía en el mejor tiempo posible y que se tome su período de recuperación".
Aunque Liriano no lanzará hasta el 2008 tendrá la oportunidad de continuar su carrera gracias a la operación.
Tommy John reconoció que nunca imaginó el impacto a largo plazo que tendría la operación en atletas jóvenes y en mayores. Ahora, la cirugía que lleva su nombre se ha convertido en una revolución para los lanzadores de béisbol, aunque hay preocupación acerca del crecimiento de jóvenes sometiéndose a ella.
Temores desmentidos
Más de 20 años después de que ocurriera, John todavía puede recordar su "estallido" cuando enfrentó al primera base de los Expos, Hal Breeden. La fecha fue el 17 de julio de 1974 y John, entonces con los Dodgers, disfrutaba su mejor temporada con marca de 13-3.
Cuando intentó lanzar su "marca registrada" sinker a Breeden, el zurdo John cayó y experimentó un dolor que nunca antes había sentido en su brazo de lanzar.
"Tomé la pelota, apreté mis manos un poco y en el siguiente pitcheo el dolor todavía estaba ahí", dijo John. "Así que pedí un tiempo y le dije a Walter (Alston, el dirigente) que me había lastimado el codo y necesitaba que algún lanzador calentara porque estaba mal".
Fue esa noche cuando John fue a ver al hombre con el que históricamente estaría vinculado (Frank Jobe), el consultor médico de los Dodges y cirujano ortopeda establecido en Los Angeles. El diagnóstico inicial fue un ligamento roto y a John se le dijo que espere a ver si con el tiempo se sanaría.
Pero un mes después, John ensayó lanzando prácticas de bateo y el dolor todavía estaba ahí. El entrenador Bill Bueller le envolvió el brazo "como un tobillo torcido", recuerda, "donde yo podía lanzar pero no bastante bien como para hacerle out a Johnny Bench o Mike Schmidt".
Jobe entonces tiró una idea experimental de la cirugía en la que removería un tendón del brazo derecho de John para colocarlo en el brazo de lanzar. Aunque nunca había sido hecha antes, la cirugía parecía ser la última opción que tendría para volver a lanzar.
"El doctor Jobe me dijo, 'si no te haces la operación no volverás a lanzar, y las posibilidades son apenas de un 5-10% si te la haces'", recuerda John. "Entonces calculé, 10% es mejor que 0%".
La cirugía se hizo en septiembre y John no pudo lanzar los siguientes cuatro meses con su brazo enyesado por dos semanas. La recuperación en Florida consistió en hacer lanzamientos en sesiones limitadas y según avanzaba el tiempo aumentaba la recuperación hasta que en julio de 1975 tiró 40 minutos sin dolor.
John, de 63 años, terminó su carrera con 288 victorias, pero no ha obtenido el 75% necesario para ingresar al Salón de la Fama.
Un segundo chance
Desde que John se convirtió en un ejemplo exitoso, muchos jugadores de las Mayores se han sometido a la operación. Desde el cerrador Todos Estrellas, Mariano Rivera, hasta el ganador del premio Cy Young, John Smoltz, la operación ha salvado o extendido las carreras de cientos de lanzadores.
Se estima que una de cada 10 lanzadores de la actualidad se han sometido a la cirugía, entre ellos Jason Isringhausen, Eric Gagné, Kerry Wood y Kenny Rogers.
Pero la operación no sólo se limita a jugadores que traban desde la lomita, pues José Canseco, Xavier Nady y Luis González se encuentran en el grupo de toleteros que se la han hecho, además del ex mariscal de campo de la NFL, Rob Johnson.
"Realmente la tecnología no ha cambiado mucho (desde 1974)", dijo el doctor Lewis Yocum, socio de Jobe y uno de los pocos prominentes especialistas en la cirugía. "Cuando el doctor Jobe la diseñó era una apuesta, pero tenía un excelente paciente en Tommy".
Yocum, quien fue el físico primario durante la operación a Liriano, agregó que es muy importante reconocer el problema a tiempo y poner al lanzador en el rango correcto mental de rehabilitación.
"Tiene que estar consciente que no es un 100% seguro", dijo.
La cirugía para corregir el problema es oficialmente llamada "reconstrucción del ligamento cubital colateral", pero es comúnmente referida ahora como la "cirugía Tommy John", por el primer jugador que se sometió a la operación en 1974 y entonces lanzó 13 años en las Grandes Ligas, incluyendo cuatro apariciones en Partidos de Estrellas.
"Lo primero que hice fue llamar a Terry (Ryan, gerente general de los Mellizos)", dijo John. "Le dije (que a Liriano) debía hacerse la cirugía en el mejor tiempo posible y que se tome su período de recuperación".
Aunque Liriano no lanzará hasta el 2008 tendrá la oportunidad de continuar su carrera gracias a la operación.
Tommy John reconoció que nunca imaginó el impacto a largo plazo que tendría la operación en atletas jóvenes y en mayores. Ahora, la cirugía que lleva su nombre se ha convertido en una revolución para los lanzadores de béisbol, aunque hay preocupación acerca del crecimiento de jóvenes sometiéndose a ella.
Temores desmentidos
Más de 20 años después de que ocurriera, John todavía puede recordar su "estallido" cuando enfrentó al primera base de los Expos, Hal Breeden. La fecha fue el 17 de julio de 1974 y John, entonces con los Dodgers, disfrutaba su mejor temporada con marca de 13-3.
Cuando intentó lanzar su "marca registrada" sinker a Breeden, el zurdo John cayó y experimentó un dolor que nunca antes había sentido en su brazo de lanzar.
"Tomé la pelota, apreté mis manos un poco y en el siguiente pitcheo el dolor todavía estaba ahí", dijo John. "Así que pedí un tiempo y le dije a Walter (Alston, el dirigente) que me había lastimado el codo y necesitaba que algún lanzador calentara porque estaba mal".
Fue esa noche cuando John fue a ver al hombre con el que históricamente estaría vinculado (Frank Jobe), el consultor médico de los Dodges y cirujano ortopeda establecido en Los Angeles. El diagnóstico inicial fue un ligamento roto y a John se le dijo que espere a ver si con el tiempo se sanaría.
Pero un mes después, John ensayó lanzando prácticas de bateo y el dolor todavía estaba ahí. El entrenador Bill Bueller le envolvió el brazo "como un tobillo torcido", recuerda, "donde yo podía lanzar pero no bastante bien como para hacerle out a Johnny Bench o Mike Schmidt".
Jobe entonces tiró una idea experimental de la cirugía en la que removería un tendón del brazo derecho de John para colocarlo en el brazo de lanzar. Aunque nunca había sido hecha antes, la cirugía parecía ser la última opción que tendría para volver a lanzar.
"El doctor Jobe me dijo, 'si no te haces la operación no volverás a lanzar, y las posibilidades son apenas de un 5-10% si te la haces'", recuerda John. "Entonces calculé, 10% es mejor que 0%".
La cirugía se hizo en septiembre y John no pudo lanzar los siguientes cuatro meses con su brazo enyesado por dos semanas. La recuperación en Florida consistió en hacer lanzamientos en sesiones limitadas y según avanzaba el tiempo aumentaba la recuperación hasta que en julio de 1975 tiró 40 minutos sin dolor.
John, de 63 años, terminó su carrera con 288 victorias, pero no ha obtenido el 75% necesario para ingresar al Salón de la Fama.
Un segundo chance
Desde que John se convirtió en un ejemplo exitoso, muchos jugadores de las Mayores se han sometido a la operación. Desde el cerrador Todos Estrellas, Mariano Rivera, hasta el ganador del premio Cy Young, John Smoltz, la operación ha salvado o extendido las carreras de cientos de lanzadores.
Se estima que una de cada 10 lanzadores de la actualidad se han sometido a la cirugía, entre ellos Jason Isringhausen, Eric Gagné, Kerry Wood y Kenny Rogers.
Pero la operación no sólo se limita a jugadores que traban desde la lomita, pues José Canseco, Xavier Nady y Luis González se encuentran en el grupo de toleteros que se la han hecho, además del ex mariscal de campo de la NFL, Rob Johnson.
"Realmente la tecnología no ha cambiado mucho (desde 1974)", dijo el doctor Lewis Yocum, socio de Jobe y uno de los pocos prominentes especialistas en la cirugía. "Cuando el doctor Jobe la diseñó era una apuesta, pero tenía un excelente paciente en Tommy".
Yocum, quien fue el físico primario durante la operación a Liriano, agregó que es muy importante reconocer el problema a tiempo y poner al lanzador en el rango correcto mental de rehabilitación.
"Tiene que estar consciente que no es un 100% seguro", dijo.