AOL Verizon es muy diferente a AOL Time Warner
Aunque la adquisición pudiera tener lógica, corre el riesgo de parecer demasiado poco, demasiado tarde
Otro auge tecnológico, otra adquisición que puede cambiar el sector que incluye a AOL. Pero en los demás aspectos, el acuerdo no podría ser más diferente.
Y no es sólo cuestión de números. En el año 2000, cuando AOL utilizó sus acciones infladas por la burbuja puntocom para hacer una oferta de 160 mil millones de dólares por el gigante mediático Time Warner, Wall Street valoró la compañía de Internet en una asombrosa cifra que representaba 35 veces sus ingresos y 220 veces sus ganancias.
Ahora que la situación se ha invertido y AOL es sólo una pálida sombra de lo que fue, los múltiplos de 1.8 veces los ingresos y 24 veces las ganancias proyectadas que Verizon está pagando, hacen que el precio de 4.4 mil millones de dólares de este acuerdo sea apenas un intrascendente error de redondeo. El precio es menos de la mitad del flujo de caja operativo solamente del último trimestre del grupo de telecomunicaciones estadounidense. Pero pone fin a una de las historias que definió la era del Internet 1.0.
Otra gran diferencia es la transformación que AOL ha sufrido en una década y media. En el año 2000, era una compañía de comunicaciones de Internet basada en un modelo de suscripción, intentando comprar su lugar en el mundo de los medios. Los soñadores que tramaron el trascendental desastre corporativo de la era de las puntocom imaginaron que podían insuflarle nueva vida a los viejos medios haciéndolos pasar a través de la red interactiva de AOL.
Desde entonces, AOL se ha convertido en una compañía de medios de comunicación y ahora está siendo engullida por una compañía de comunicaciones. Es desconcertante que AOL aún depende de su cada vez menor negocio de acceso telefónico a redes que data desde la década de 1990, el cual representa casi un tercio de los ingresos y el grueso de los ingresos de operación. Sin embargo, esta vez las plataformas publicitarias y las proyecciones para el auge del video digital son la razón detrás del acuerdo - incluso si esto implica que Verizon también tendrá tragarse una constelación de marginales sitios Web en la negociación.
Pero hay al menos una cosa que no ha cambiado de un "boom" de Internet al siguiente. El sueño de una industria de contenidos y comunicaciones convergentes ya tiene más de veinte años de edad - y la competencia ya ha avanzado mucho.
El mes pasado, Google anunció su propio servicio de comunicaciones móviles en EEUU y ya tiene varios años construyendo redes de banda ancha de alta velocidad para los consumidores. Con YouTube, Google representa la mayor parte del contenido de video distribuido en el Internet. Y la compañía de búsqueda por Internet cuenta con una cuota líder del 31 por ciento del mercado de la publicidad digital a nivel mundial, según la firma de investigación eMarketer - en comparación con menos del 1 por ciento de AOL.
Puede tener lógica la respuesta tardía de Verizon. Pero en contraste con el trato desastroso de Time Warner, la compra de AOL por parte de Verizon está en riesgo de parecer demasiado poco, demasiado tarde.
(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved
Ahora que la situación se ha invertido y AOL es sólo una pálida sombra de lo que fue, los múltiplos de 1.8 veces los ingresos y 24 veces las ganancias proyectadas que Verizon está pagando, hacen que el precio de 4.4 mil millones de dólares de este acuerdo sea apenas un intrascendente error de redondeo. El precio es menos de la mitad del flujo de caja operativo solamente del último trimestre del grupo de telecomunicaciones estadounidense. Pero pone fin a una de las historias que definió la era del Internet 1.0.
Otra gran diferencia es la transformación que AOL ha sufrido en una década y media. En el año 2000, era una compañía de comunicaciones de Internet basada en un modelo de suscripción, intentando comprar su lugar en el mundo de los medios. Los soñadores que tramaron el trascendental desastre corporativo de la era de las puntocom imaginaron que podían insuflarle nueva vida a los viejos medios haciéndolos pasar a través de la red interactiva de AOL.
Desde entonces, AOL se ha convertido en una compañía de medios de comunicación y ahora está siendo engullida por una compañía de comunicaciones. Es desconcertante que AOL aún depende de su cada vez menor negocio de acceso telefónico a redes que data desde la década de 1990, el cual representa casi un tercio de los ingresos y el grueso de los ingresos de operación. Sin embargo, esta vez las plataformas publicitarias y las proyecciones para el auge del video digital son la razón detrás del acuerdo - incluso si esto implica que Verizon también tendrá tragarse una constelación de marginales sitios Web en la negociación.
Pero hay al menos una cosa que no ha cambiado de un "boom" de Internet al siguiente. El sueño de una industria de contenidos y comunicaciones convergentes ya tiene más de veinte años de edad - y la competencia ya ha avanzado mucho.
El mes pasado, Google anunció su propio servicio de comunicaciones móviles en EEUU y ya tiene varios años construyendo redes de banda ancha de alta velocidad para los consumidores. Con YouTube, Google representa la mayor parte del contenido de video distribuido en el Internet. Y la compañía de búsqueda por Internet cuenta con una cuota líder del 31 por ciento del mercado de la publicidad digital a nivel mundial, según la firma de investigación eMarketer - en comparación con menos del 1 por ciento de AOL.
Puede tener lógica la respuesta tardía de Verizon. Pero en contraste con el trato desastroso de Time Warner, la compra de AOL por parte de Verizon está en riesgo de parecer demasiado poco, demasiado tarde.
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