Fin de una era

No nos llamemos a engaño. Lo que se avecina, evidentemente en términos sanitarios, pero también en lo económico y lo social, será desgarrador

Todo llega a su final, lo que no sabemos es el cuándo, el cómo o el porqué. Así nos ocurrirá con el más largo ciclo de expansión crediticia que toda la economía dominicana disfrutó desde inicios de 2013 y que pronto terminará.

En la primera gráfica observará a lo que nos referimos. Desde enero del 2013 hasta la fecha, transcurridos casi 90 meses, el crédito privado en el país se mantuvo creciendo de forma ininterrumpida.

Un verdadero récord, cuando lo comparamos con el primer ciclo de este siglo, que duró 48 meses (2005-2009) y el segundo que se extendió por 46 meses (2009-2013). El primero terminó por la crisis financiera internacional, de origen externo, y el segundo con el gran desguañangue fiscal, de extracción criolla, que resultó del proceso electoral del 2012.

Increíblemente, el ciclo actual se resiste a encarar su fin. Todavía durante los primeros días de este mes (abril 2020), seguía creciendo a un ritmo interanual de 8.2%, evidentemente que motivado por el más grande descorche de flexibilización monetaria de todas las cosechas Valdesianas en la reserva bancentraliana.

Observe que, al comparar el desempeño acumulado de la cartera de crédito privada a abril del 2020, se registra un crecimiento nominal de 1.2%, comparado con el cierre del año anterior. Aunque quizás no deslumbrante, sigue estando dentro del promedio de 1.5% del último quinquenio e incluso superior a los nuevos préstamos otorgados en 2017 (0.6%) y muy parecido al crecimiento del año pasado (1.3%).

¿Por qué el final?

“Como mínimo, estamos asumiendo que la pandemia implicará una recesión tan mala y un nivel de estrés financiero similar a lo experimentado durante la crisis financiera global del 2008.” Jamie DimonCarta a los accionistas del JPMorgan Chase (Abril 2020)