Ocaso de un ciclo

Por Alejandro Fernández W.

Analista financiero

Todo ciclo tiene su fin. El gran estímulo monetario que el Banco Central nos obsequió, hace casi exactamente un año atrás, se acabó. Por delante nos espera, y yo diría que bastante predeciblemente, un periodo de mayor ajuste o control monetario.

Antes de enterrar al “estímulo monetario” del 2017, recordémoslo con afecto. Fue al teminar julio y empezar agosto de aquel año, que nos enteramos no solamente que el Banco Central había reducido su tasa de política monetaria en 50 puntos básicas (0.50%), sino que también descorchó una nueva cosecha de Valdesianos, liberando miles de millones de pesos de encaje legal para fines de colocarlo en préstamos blandos al sector privado.

El mercado recibió aquellas medidas con aplausos. La tasa activa promedio ponderada (la de los préstamos) bajó de 13.7% a 11.2% en pocos meses, mientras que la de los depósitos también cayó, pero de forma más moderada.

Esa caída en tasas de interés, la oficial y la del mercado, facilitó que el boom crediticio que vivimos desde inicios de 2013 se mantuviera aún más en el tiempo, cual si fuera una inyección de esteroides monetarios.