Siete verdades financieras

Antes de despedirme, aunque solo sea por un momento, no puedo dejar de reflexionar sobre las lecciones que como su escribidor he aprendido durante tantos años dedicándole alrededor de la mitad de estas entregas semanales a la educación financiera.

Escribo hasta con cierta melancolía, pues no me cabe la menor duda que el proceso de aprendizaje y enseñanza es mi verdadera pasión y que, a través de esta columna y las interacciones que ella generó al compartirlas en las redes sociales, se hace más cierto que nunca aquello de que quien más aprende, y más provecho obtiene, es el profesor al entregarse a sus estudiantes o, en este caso, a sus lectores.

En ese sentido, no puedo más que agradecerles a todos los que han hecho posible esta columna por su fiel lectura, por su seguimiento en las plataformas digitales y por tanta retroalimentación que no solo ha hecho de mi un mejor profesional, pero también, como espero les confirmen mis siete verdades financieras, alguien más sensible y humano.

Léanse estos siete consejos a manera de un “ranking” de las lecciones que, a mi entender, son las más importantes para lograr la mejor salud financiera para la persona, la pareja y el hogar.

No hay magia

Cualquier cosa que luzca demasiado buena para ser verdad, no es verdad. Lo fácil, engaña. Dinero que llega rápido, dinero que más rápidamente se disipará. Ingreso “seguro, de bajo riesgo y desde la comodidad de tu casa”, ingreso que probablemente es fruto de algún esquema piramidal insostenible y fraudulento.

“Mostramos respeto y preocupación por aquellos a quienes amamos de la misma manera con la que utilizamos nuestros recursos, tanto con ellos como para ellos” Viviana Zelizer“Economic Lives” (2010)