Capacidad de manejo

De los programas de reuniones en línea y las conexiones a la red ha dependido el funcionamiento de muchas compañías

Los dominicanos hemos sido sometidos a un entrenamiento forzoso en hacer cosas a distancia. Nuestro temperamento nos motiva a conseguir personalmente los objetos que necesitamos, y a resolver directamente los problemas. No nos agrada esperar que alguien responda una llamada telefónica, o a que acabe de llegar algo que hayamos adquirido. Preferimos tomar cartas en el asunto y lograr nuestros propósitos. No obstante, el cierre de numerosos establecimientos por causa de la pandemia nos ha obligado a dejar a un lado esa preferencia.

Ha sido una buena oportunidad para que se consoliden las ventas en línea, los pagos electrónicos remotos y las entregas a domicilio. Pero cuánto de eso perdurará después que pase la crisis, no lo sabemos actualmente. Es probable que deseemos retornar a nuestras costumbres anteriores, pero es posible también que no lo hagamos del todo si el riesgo de contagio persiste, aun cuando éste haya disminuido.

Por el momento, a nivel mundial, el auge de las transacciones remotas y los servicios de entrega es innegable. Amazon, por ejemplo, ha visto el precio de sus acciones escalar cotas sin precedentes, lo que ha enriquecido más a su fundador, sus ejecutivos y sus inversionistas. Para atender a la demanda por los productos listados en sus páginas, sean éstos suplidos por ella o por vendedores afiliados, esa empresa ha tenido que contratar miles de trabajadores adicionales.

Especialmente utilizados han sido el internet y las telecomunicaciones. De los programas de reuniones en línea y las conexiones a la red han dependido el funcionamiento de muchas compañías, la continuación de las jornadas escolares, la difusión de informaciones y la aplicación de las medidas para controlar la propagación del virus.

En ese sentido, hemos sido afortunados de contar con servicios de teléfono e internet que han sido capaces de manejar el incremento en la demanda. Un colapso de ellos hubiese agravado todavía más los daños a la economía.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.