Hipótesis de inestabilidad

En países como el nuestro, en los que el banco central no puede emitir dinero de forma ilimitada sin crear una gran devaluación monetaria, numerosas empresas han tenido que recurrir a financiamientos bancarios comerciales para apuntalar sus niveles de liquidez durante la pandemia. Ha sido un episodio inusual, que ha afectado simultáneamente a muchos sectores, y creó condiciones atípicas que no se ajustan a los esquemas habituales de contratación de préstamos.

En tiempos normales, el volumen de créditos bancarios está por lo regular asociado con el ritmo de expansión económica. Ante un incremento en la demanda por los bienes y servicios que producen, las empresas acuden a sus fuentes de financiamiento para responder con aumentos en la oferta, lo que permite vincular las alzas en dicho volumen con un mayor dinamismo en las actividades económicas. En situaciones anormales, como la causada por el virus, ese vínculo se debilita o deja temporalmente de existir.

Tampoco se aplica en esas situaciones especiales una muy conocida hipótesis de inestabilidad financiera. Formulada originalmente por el economista Hyman Minsky, la hipótesis señala que los períodos de prosperidad inducen pronósticos optimistas que inciden sobre el comportamiento de prestatarios y prestamistas. Se genera así un aumento en la dimensión del financiamiento en relación con el PIB, que hace que la recuperación de los fondos prestados sea más dependiente del incremento en el valor de los activos utilizados como garantía colateral.

Dicho de otro modo, la noción de que la prosperidad conduce al exceso de endeudamiento, y éste a su vez a la crisis, no se ajusta a las circunstancias resultantes de la pandemia y las restricciones a las actividades económicas, en las que el endeudamiento proviene de las diferencias entre los descensos en los ingresos y las reducciones de gastos variables, estos últimos mayormente en los rubros de personal, energía y otros tipos de insumos.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.