Tráfico de antigüedades

Si de consuelo sirve, podemos decir que el tráfico ilegal de antigüedades se ha convertido en un negocio floreciente a nivel mundial

Quizás fue afortunado que el nivel cultural de los taínos no fuera equiparable al de las grandes civilizaciones de los aztecas y los incas. Dada la ignorancia y el irrespeto que prevalecen en nuestro país respecto de su historia y sus reliquias, es probable que los remanentes artísticos y monumentales de una cultura taína más avanzada hubieran desaparecido desde hace tiempo, tal como sucedió con los restos mortales de Alonso de Ojeda.

Si de consuelo sirve, podemos decir que el tráfico ilegal de antigüedades se ha convertido en un negocio floreciente a nivel mundial, gracias al convulso estado en que se encuentra el Oriente Medio y el norte de África. Las milicias beligerantes, organizaciones terroristas, caciques locales y personas desplazadas por los conflictos bélicos, ven en la venta de tesoros históricos una fuente de financiamiento para sus actividades o de sustentación para sus familias. Y al comercio ilegal de antigüedades se suma la hostilidad que algunos grupos tienen contra manifestaciones culturales diferentes a las suyas. Tumbas, templos y obras de arte han sido destruidos por el fanatismo religioso que esas agrupaciones pretenden imponer a la fuerza a todas las demás personas.

Por supuesto, en lo que al comercio toca, no basta con que haya oferta, tiene también que haber demanda. El surgimiento de grandes fortunas de nuevos multimillonarios chinos y rusos, cuyas fortunas exceden por mucho a su moralidad, ha hecho crecer el mercado negro tradicional de artefactos y documentos robados de museos o excavados de forma subrepticia, antes compuesto mayormente por coleccionistas europeos y estadounidenses. Con la participación de una vasta red delictiva, que incluye medios de transporte, contrabandistas, expertos y anticuarios, las reliquias viajan hacia los hogares y despachos de los adquirientes, contando con la complicidad de funcionarios de aduana y autoridades de diversos tipos.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.