Uno de los diez

Duquesa es una flagrante contradicción al progreso que ha elevado a la República Dominicana al rango medio del desarrollo económico mundial

Estamos en el mapa y no somos ya el secreto mejor guardado del Caribe. Aunque eso es cierto de la belleza de nuestras playas y demás atractivos que ofrecemos a quienes nos visitan, no es al turismo, desafortunadamente, al que hacemos referencia en esta ocasión. Es al vertedero de Duquesa y sus terribles consecuencias ambientales.

Con el apoyo técnico de centros de investigación, una empresa griega dedicada a proveer soluciones para el manejo de desechos publicó hace unos años un atlas mundial de desechos. Abarcaba 164 países que entre todos generaban el 97% del total mundial de basura. Comprendía 1799 ciudades, 1626 rellenos sanitarios y 93 vertederos. El panorama global descrito era desolador, pues se reportaba que la mitad de la población del planeta no tenía acceso a los más elementales servicios de recolección y disposición de desechos. Y dentro de ese deplorable escenario, resaltaban cincuenta puntos que por su tamaño y peligrosidad merecían ser destacados. Considerados particularmente dañinos eran aquellos que carecían de mecanismos adecuados de manejo y control y estaban ubicados cerca de centros urbanos, lagos, ríos y fuentes de aguas subterráneas.

Recogida por la sección de desarrollo global del periódico inglés The Guardian, la información incluye a Duquesa entre esos cincuenta sitios. De hecho, sólo 18 de los 50 son objeto de una presentación detallada, y también Duquesa figura entre ellos. Más todavía, de esos 18, sólo 10 aparecen como conteniendo substancias tóxicas para la salud, y uno de esos diez es Duquesa.

Reseñada como cubriendo 128 hectáreas, Duquesa es una flagrante contradicción al progreso que ha elevado a la República Dominicana al rango medio del desarrollo económico mundial. Junto con la ausencia de alcantarillado sanitario en vastos segmentos de nuestras urbes, Duquesa es un testimonio de nuestra propensión social a preferir dar una respuesta individual a los problemas colectivos.