Del Caribe para el mundo... y no es una marca de ron

Esta historia empieza en un encuentro imprevisto y terminará, en un plazo medio, en un proyecto de alcance global.

Estas son las proporciones que el mundo de la comunicación y la publicidad (es decir, ya hoy el mundo de la creación de contenidos) posibilita. No hay barreras para la creatividad y los estrechos parámetros con que algunas agencias se mueven terminarán por colapsar.

Esta es la filosofía que ha unido a Buena Vibra Group (Puerto Rico) y Capital DGB (República Dominicana). Compartenademás, en palabras de Emil Medina, Max Pérez y Mario Dávalos, una visión similar de la importancia y el valor de la cultura caribeña en este momento histórico.

(Todo el mundo ama el Caribe y admira su libertad. Todo el mundo ama a Rihanna).

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No es publicidad, es cultura. No es un anuncio, es una tendencia. No es un eslogan, es una idea. Trascender la intención de vender un producto y llevar el esfuerzo creativo al siguiente nivel implica una entrega muy profunda con esta filosofía de trabajo. De hecho, ambas agencias elaboran contenidos propios, productos culturales que salen de sus factorías de ideas y de la creatividad de unos equipos jóvenes, pero con experiencia. Y lo hacen por y para ellos.

¿Y el cliente?

Si el mundo del periodismo, los medios y la comunicación está en transición... la publicidad también. Es un modelo de negocio que busca hoy nuevas formas de conectar con la audiencia y otros modelos de monetizar.

Para Dávalos, Pérez y Medina, esta es una de las razones que hacen lógica la estrategia de alianzas regionales y sinergia de habilidades. La capacidad empresarial de una y la creatividad sin prejuicios de la otra son los dos elementos que terminaron de convencer a sus ejecutivos para que estas dos agencias acordaran vías de trabajo conjunto.

Cultura, entretenimiento, influencia social, identidad, alcance regional... los retos del mundo de la publicidad no son sencillos. Buena Vibra y Capital han apostado por abrirse al mundo.