Candidatos presidenciales del Perú enfrentan creciente incertidumbre

Keiko Fujimori (Archivo/Diario Libre)

Con una elección presidencial el próximo mes en Perú, nadie sabe cuántas cabezas más rodarán todavía en la batalla para reemplazar a Ollanta Humala, quien no puede aspirar a un segundo mandato consecutivo.

Por Andres Schipani

Keiko Fujimori, la principal candidata para sustituir al Sr. Humala y la hija del ex presidente quien está preso, esta semana podría ser excluida de la elección, echando otra sombra sobre el sistema político de este floreciente país. Dos de sus principales rivales ya fueron excluidos de la carrera, y otro podría seguir en sus pasos.

Una Junta Electoral Especial determinará si la Sra. Fujimori violó regulaciones electorales que prohíben a los candidatos a distribuir dinero durante la campaña. Su partido supuestamente organizó un concurso de hip-hop con sus seguidores, en el que se distribuyeron los premios en efectivo. Su partido sostiene que ella estuvo presente, pero no dio ningún dinero.

Bajo la nueva ley electoral del país andino, los candidatos pueden ser descalificados por la donación de dinero en efectivo o bienes con un valor mayor a US$5 a sus seguidores durante sus campañas. “Ningún huevo, piedra, insulto, reproche o demanda de exclusión pondrá fin a nuestra campaña electoral”, sostuvo la Sra. Fujimori, líder del partido Fuerza Popular.

La investigación se produce después de protestas contra Fujimori, donde la semana pasada miles de personas marcharon contra la candidata. La campaña “No a Keiko” está planeando más manifestaciones para el 5 de abril, el aniversario del “autogolpe” de su populista padre, Alberto, quien en 1992 cerró el poder legislativo y judicial.

El tercer mayor productor mundial de cobre puede tener una de las economías de crecimiento más rápido de América Latina, pero la política ahora amenaza con ensombrecer esa historia, aunque en formas que son diferentes a la “marea rosa” regional que ha desacreditado a los gobiernos de izquierda a medida que los precios de los productos básicos se deslizan.

A diferencia de Brasil o Venezuela, Perú no se está desmoronando. No obstante, con un sistema político retorcido y desacreditado, ConsultAndes con sede en Lima dice que “lo único cierto es que hoy las autoridades electorales perecen incompetentes en el mejor de los casos y corruptas en el peor de ellos, y la nación parece incapaz de sostener una elección libre, justa y ordenada”.

Parece, algunos argumentan, que la burocracia o maquinaciones perversas están haciendo que sea difícil llegar allí. La semana pasada, la Junta Electoral Nacional ratificó su decisión para impedir la candidatura de César Acuña, ex alcalde de Trujillo, también por la entrega de dinero en efectivo durante la campaña electoral, y del economista Julio Guzmán por un error administrativo de su partido.

Ambos han presentado peticiones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con el Sr. Guzmán argumentando que la decisión viola sus derechos constitucionales y los de sus partidarios. El Sr. Guzmán era el claro candidato del segundo lugar en todas las encuestas cuando los funcionarios electorales lo excluyó, lo que provocó la indignación y acusaciones de parcialidad y las presiones políticas de su partido Todos por el Perú y sus seguidores.

“Tenemos una clase política que ha gobernado el país durante los últimos 30 años, y cuando se presenta una opción totalmente nueva, creciendo del 1 por ciento al 20 por ciento de apoyo en un instante, aprovechan las contradictorias e inconsistentes reglas electorales para excluirlo”, dijo el Sr. Guzmán al Financial Times.

Ahora, la posible exclusión de la Sra. Fujimori introduciría aún más incertidumbre a la votación fijada para el 10 de abril. Según una encuesta de Ipsos-El Comercio, ella cuenta con el apoyo de un 31 por ciento de los votantes. Si no se le descalificara, sin embargo, se reforzaría el argumento de que las reglas no se aplican por igual.

“Un fallo adverso dará lugar a la descalificación, y es probable que ponga en tela de juicio todo el proceso electoral ya que la elección se llevaría a cabo sin tres candidatos que tenían más del 50 por ciento de la intención de voto”, escribió María Luisa Puig, analista peruana con Eurasia, la consultoría de riesgo.

“Por otro lado, si se le permite permanecer en la carrera, sería considerado injusto por los seguidores de Guzmán y Acuña, lo que podría a su vez reanudar las protestas”, añadió la Sra. Puig.

Un candidato que podría obtener beneficios de su potencial de descalificación es Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años de edad, ex economista del Banco Mundial y ministro de minería educado en Oxford. El Sr. Kuczynski la sigue con el 15 por ciento de apoyo; sin embargo, su cabeza también podría rodar ya que se le acusa de distribuir cerveza en un acto en el distrito de Sapallanga.

“No regalé absolutamente nada”, dijo el lunes después de que un video lo mostró en un escenario, junto a un hombre anunciando que había llevado cajas de cerveza.

Cerca del Sr. Kuczynski, ambos con alrededor del 11 por ciento de la intención de voto, y posibilidades de ganar más terreno, están Alfredo Barnechea, el centrista formado en Harvard, y Verónika Mendoza, de izquierdista y educada en la Sorbona. Nomura, el banco de inversión global, dice que la popularidad de la Sra. Mendoza “podría presentar algunos riesgos, ya que su postura de izquierda podría aumentar la probabilidad de políticas hostiles hacia el mercado”.

Alan García, quien fue presidente dos veces, tiene 7 por ciento de apoyo, y puede beneficiarse de una eliminación de los candidatos con más experiencia como la Sra. Fujimori y el Sr. Kuczynski.

Para el Sr. Guzmán, el caos político actual “no tiene precedentes en una democracia moderna. Estamos creando un precedente terrible, no sólo para el Perú sino para todo el mundo”.

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