Mosca del mediterráneo

Considerada como una de las plagas más destructivas para la agricultura, la mosca del Mediterráneo es un temible adversario.

A diferencia de otras especies de moscas, la del Mediterráneo exhibe una gran capacidad de adaptación a climas diversos, aunque prefiere las zonas tropicales húmedas y áreas cercanas al mar.

Más de 400 tipos de frutos y hortalizas han sido identificados como susceptibles de ser infectados.

Originaria de África occidental, se le asocia con el Mediterráneo, por la importancia económica de los daños que ha provocado en esa región. Aunque su lapso de vida se mide en sólo unas cuántas semanas, su potencial reproductivo es impresionante, pudiendo depositar en frutos maduros centenares de huevos, de los que luego de dos o tres días emerge una larva que se alimenta de la pulpa.

La prohibición de entrada de frutos y vegetales dominicanos impuesta por los Estados Unidos ha sido calificada como temporal, pero cualquier período que no sea eterno es temporal, sea de un mes, seis meses, dos años o una década. Lo que durará realmente dependerá de nuestra capacidad de contener y erradicar el brote. Es factible lograrlo, pero no será fácil.

Países como España llevan años combatiendo sin éxito a esa plaga, a pesar de haber colocado miles de trampas que atraen las moscas, y les impiden salir después que entran. Centroamérica, Italia, Argentina, Brasil, Grecia, Portugal, Colombia y Perú figuran entre los muchos afectados.

Los Estados Unidos han sido también víctimas en el pasado, siendo un episodio muy recordado el ocurrido en los 1980’s en California, estado de donde procede gran parte de la producción frutal de ese país. La erradicación costó decenas de millones de dólares e involucró el uso masivo de insecticidas, machos esterilizados y una severa cuarentena a los productos de la zona afectada. Los caminos de acceso fueron bloqueados, los vehículos registrados y los frutos requisados.

gvolmar@diariolibre.com