Pasajeros sufren las consecuencias de un transporte público deficiente

Conductores violan Ley de Tránsito al sobrecargar los vehículos por la alta demanda Situación afecta a viajeros, pero también a los propios conductores

Los pasajeros que viajan pegados a la puerta derecha deben sacar el brazo.

En República Dominicana se han realizado varios intentos por organizar y eficientizar el transporte de pasajeros, pero aún hay unidades destartaladas y que ofrecen un servicio carente de confort y seguridad.

Aunque ya Santo Domingo cuenta con servicios de transporte como el utilizado en los países desarrollados, aún por sus calles circulan vehículos públicos que sobrepasan la capacidad de pasajeros indicada por el fabricante, pese a estar prohibido por ley, y que ponen en peligro la seguridad de los viajeros.

Los pasajeros deben tener más fuerza que los transportistas para exigir respeto, pero se dejan vencer porque no empujan en la misma dirección para defender sus derechos. En cambio, los transportistas están organizados en sindicatos y defienden con todas sus fuerzas sus posiciones. Dispersos y con ansias por llegar a sus destinos, los viajeros terminan aceptando las reglas que les impone el sector transporte.

Cuando el Gobierno decide aumentar los precios de los combustibles y los transportistas calculan que sus ganancias se ven afectadas, inmediatamente éstos se reúnen y suben el pasaje, aun sin competencia para hacerlo.

En tanto que los pasajeros tienen que aceptar los incrementos y como si fuera poco, también tienen que viajar bien apretados en un transporte público que, en muchos casos, va muy sobrecargado.

Cuando algunos pasajeros deciden castigar al proveedor con no utilizar sus servicios, otros sí los utilizan y se debilita la lucha del consumidor o usuario.