Videla: “Si el endeudamiento sigue en alza, el riesgo-país seguirá aumentando”

El economista advierte que, en general, las reformas constitucionales imprimen temores entre los inversionistas

Videla señala que, si bien las inversiones hacia la región se han recuperado, todavía están por debajo del pico de diciembre de 2017 (Danelis Sena)

El economista Pedro Videla, profesor de Economía del IESE Business School de España e invitado al programa de Alta Dirección de Barna Management School, señala que las reformas constitucionales son siempre un factor que genera temores entre los inversionistas porque representan la posibilidad de cambiar las reglas y eso, precisamente, es lo contrario a lo que esperan. Y todo ello ocurre en momentos en que ya hay un menor flujo de inversiones, no solo hacia República Dominicana, sino a toda la región, debido a la subida de las tasas de interés en Estados Unidos.

—¿Qué implica para la región la guerra comercial entre China y Estados Unidos?

El acuerdo potencial al que podían llegar Estados Unidos y China beneficia a uno y perjudica a otros. Corea del Sur desarrolla productos que son fabricados en China y son exportados a Estados Unidos se beneficia, pero perjudica a países como Indonesia, que es una alternativa para la producción de Corea, de sus productos, para enviar a Estados Unidos. Entonces, Indonesia u otros países de Asia podrían verse beneficiados si no hay acuerdo porque habría un desplazamiento del comercio internacional. Por ejemplo, las empresas coreanas van a producir en Indonesia, en lugar de China, y de ahí enviarán sus productos a Estados Unidos. Aquí depende de cómo uno vea esto. República Dominicana hasta ahora no era un país que fuera competencia de China. Entonces aún más, creo que hay poca intersección en el comercio Estados Unidos-RD, con el comercio Estados Unidos-China. La situación, entonces, tendría un impacto de segundo orden para RD, en el sentido de que esta guerra comercial perjudica la economía de China y de EEUU, de manera que, al perjudicarla, perjudica el comercio de RD con EEUU. Por ejemplo, me puedo imaginar que, si de alguna manera la imposición de restricciones disminuye el PIB de EEUU y, por tanto, la actividad económica, los dominicanos trabajando en EEUU que envían remesas podrían tener más dificultades para conseguir trabajo. Entonces la vía sería bastante indirecta. Esta guerra económica -si se mantiene esto a un nivel de una guerra abierta- el FMI estima las pérdidas de 1-1.5 % del PIB de Estados Unidos, lo cual en términos porcentuales es bajo, pero no estamos hablando de una perturbación como la del petróleo, que tiende a ser transitoria, sino un impacto mucho mayor. Es una perturbación pequeña en términos porcentuales, pero permanente en el tiempo porque las restricciones se mantienen.

—¿La intensidad de la guerra comercial ha sido tan fuerte como se esperaba?

De hecho, hasta ahora el señor Trump, a pesar de que ha establecido una serie de guerras que todo el mundo dice para qué, al final de la guerra con el Nafta el para qué era válido porque el nuevo acuerdo fue un cambio de nombres y no tuvo nada sustancial. Fue más que nada una presentación al mundo, un “yo puedo y cuando voy contra Canadá y México, yo gano”, y ganó. Ahora con China es algo similar. Aquí para ver cuál es el impacto final de esto hay que esperar a ver qué es lo que quiere Trump: ¿quiere una reducción de aranceles o quiere llegar una protección específica a ciertas industrias de EEUU? Hasta ahora la historia que nos han contado es que quiere una reducción de aranceles. Si esto se logra, esta lucha de Trump va a tener beneficios en cuanto a un incremento del comercio internacional. De hecho, en algún momento Trump levantó la mano diciendo que fue malinterpretado por los medios. El único caso que tenemos, que es el nuevo Nafta, lo que ha hecho es mantener todo un poco igual, excepto que ha impuesto ciertas restricciones de salarios mínimos requeridos para la importación a EEUU. Todavía es muy pronto, pero los análisis indican que el impacto es marginal.

—¿Cómo se han movido las inversiones en América Latina, a raíz de toda esta incertidumbre?

—¿Qué medidas debería aplicar RD para mantener o aumentar las inversiones en el país?

Hay dos variables: la primera es el déficit fiscal y la acumulación de la deuda que determina el nivel de riesgo que tiene el país. Si el nivel de endeudamiento sigue aumentando, el riesgo (del país) seguirá aumentando, y esto se ha venido aplicando en AL y el Caribe en los últimos años. Hay una correlación positiva entre el déficit de cuenta corriente y el diferencial de las tasas, y el diferencial de los tipos con el nivel que indican las clasificadoras de riesgo. La segunda que es la fundamental es mejorar la institucionalidad, disminuir el riesgo-país. Entonces, el estado de derecho, la justicia... para notar esto solo hay que ver los reportes del Banco Mundial para entender cómo está República Dominicana en ello. Entonces, hay que mejorar las instituciones. Difícilmente uno pueda encontrar otro país que tenga las condiciones básicas para recibir una gran inversión extranjera que República Dominicana. La pregunta es ¿por qué no vemos inversión extranjera peleándose por entrar en este país? Y la única respuesta que vemos es la institucionalidad, si bien ha estado mejorando.

—¿Cómo afecta el planteamiento de reformar de nuevo la Constitución dominicana para permitir una nueva reelección?

Sin yo querer referirme a las condiciones locales, pero en cualquier país... cuando tú me planteas esto yo estoy pensando en Turquía, en Erdogan. Eso es lo que viene a mi mente. Pienso en un país en conflicto, con riesgos de institucionalidad como Turquía. Hay otros países en la región con esta condición. Esto claramente es perjudicial porque lo que debe haber son reglas de juego estables, no discriminatorias y en las cuales yo pueda confiar a largo plazo. Esta reforma constitucional puede estar muy lejana a condiciones que cambian esas reglas, pero para el inversor extranjero que ve esta situación dice “ok, descartado”. Por lo tanto, una posible reforma constitucional tiene un efecto fundamental en la inversión extranjera.