Conoce el tipo de cabello que tienes para que respondas a su necesidad

Aunque parezca tan fácil de identificar como un tronar de dedos, no lo es. Ya que se requiere una ecuación que incluye tipo de cuero cabelludo, el tipo de forma, que no es lo mismo que la textura y que también hay que tomarla en cuenta. Dicho de otra manera, hay cabellos grasos, que son finos y rizados; pero también los hay grasos, gruesos y lacios ¿cogiste la onda? Así sucesivamente hasta hacerse tan larga como un resultado matemático; y si a eso le agregas los procesos químicos, térmicos y hormonales, no habría libro que recoja tanta información.

Todo esto debes tomarlo en cuenta al elegir una rutina de cuidado.

Seco. Tiende a ser quebradizo y débil, suele tener las puntas abiertas, porosidad aun después de haber aplicado acondicionar y tratamiento sin enjuagar. Requiere constantemente que incluyas nutrición e hidratación en tu rutina de cuidado. La leche y aceite de coco suplen ambas necesidades.

Graso. Se puede identificar por el sebo graso que presenta la persona en toda la superficie del cuero cabelludo; como consecuencia el cabello suele apreciarse sucio y tomar mal olor con frecuencia, lo ideal es que se lave interdiario por cuestiones de higiene y salud capilar porque puede tapar los poros o causar otros tipos de daños. Los productos antisépticos le van muy bien.

Grueso. Aunque es muy bonito cuando está bien acondicionado a causa de la densidad, podría resultar una causa de estrés a la hora de peinar. Evita las proteínas que tienden a endurecerlos, mientras que les favorecen los productos pesados con estructuras, como las cremas para peinar, mantecas y geles.

Delgado. Son súper fáciles de peinar, tienden a carecer de cuerpo y ser muy vulnerables a los productos químicos y procesos drásticos. Sus aliadas son las proteínas, de manera que las puedes agregar sin temor.

Normal. Presentar una textura y grosor media, sin presentar dificultad al peinar. Permite combinaciones de productos sin mayor complicación que la que requiere el momento, hidratación, brillo o nutrición. Así como las creadas a través de los tintes y texturizados.