La importancia del ‘primer’ para un maquillaje perfecto

Si eres de las que te automaquillas y notas que no te queda ni cerca del resultado que recibes en un centro de belleza o como toda una profesional, quizás la razón sea que te estás saltando la preparación de la piel, y aquí es donde entra en juego el ‘primer’.

Este producto, presente ya en la mayoría de las líneas de maquillaje, está ideado para dejar la piel como un lienzo perfecto para que le agregues toda tu creatividad o simplemente para que tu rutina quede con mejor acabado, ya que la acondiciona y la prepara para estos fines. También ofrece una protección que evita que la piel absorba directamente los químicos que puedan contener los pasos que aplicarás, evitando las imperfecciones cutáneas como los poros abiertos.

Algunos especialistas atribuyen a las pre-bases el beneficio de evitar las arrugas a causa de la saturación y de los agentes agresores que pueden contener algunos cosméticos; mientras que a nivel de sensación ofrece mucha mayor comodidad porque al suavizar te libras de la molestia de percibir tu rostro duro, estirado y hasta pesado por las tantas capas que le pones en busca de la perfección; lo cual también se nota en el acabado. Asimismo, prolonga la duración del maquillaje, por lo que evita que tengas que retocarte a cada momento.

Una pre-base para cada necesidad

Existe una gran variedad de ‘primers’ en el mundo de la belleza, que si para las uñas, el cabello o la piel, que a su vez se clasifican atendiendo a cada necesidad de tipo de piel y el clima; en verano la piel se torna más grasosa y en invierno más seca por las condiciones climáticas.

Luego de limpiar la piel recuerda siempre que nunca debe faltar, aun cuando no te bajas a maquillar: hidratar, es cuestión de belleza y a la vez de salud externa. Luego, si vas a colocar uno de textura cremosa, échate un poquito en los dedos y distribuye con movimientos circulares, desde el centro de la cara, pasando por la nariz hasta completar los lados, la delimitación del cabello y el borde de los labios. Deja secar y continúa con tu rutina habitual.

Mientras que, si usas uno de agua tipo spray, luego de limpiar e hidratar: rocía y espera que se seque, si es tipo gel, en vez de usar el vaporizador coloca con los dedos y da toques hasta que la piel lo absorba.