¿Por qué los esteroides (antiinflamatorios) pueden aumentar de peso?

A propósito de la introducción de la dexametasona a la terapia del COVID-19 y la cultura de automedicación

Los corticoesteroides o corticoides (ej. cortisona, dexametasona, hidrocortisona, budesonida, etc.) son versiones sintéticas de hormonas esteroideas (por eso comúnmente se les llama esteroides) utilizadas principalmente para tratar condiciones inflamatorias como el lupus, asma, enfermedades inflamatorias intestinales (ej. enfermedad de Chron, colitis ulcerativa), artritis, alteraciones dermatológicas y muchas otras.

Debemos saber que los corticoides tienen varias vías de administración (ej. tópica, inhalada, nasal, ocular, intraarticular, oral y endovenosa) haciendo su uso extensivo en múltiples enfermedades locales y sistémicas, con más de 40 millones de usuarios en las estadísticas de Estados Unidos (Savas, 2017).

Dentro de los principales efectos adversos del uso de estos medicamentos está el aumento de peso, que será directamente proporcional a la dosis y tiempo de uso de los fármacos.

¿A qué se atribuye?

Es sabido que el cortisol elevado produce aumento de apetito, acumulación de grasa y alteración en el metabolismo de las grasas y la glucosa. No podemos estimar cuanto peso ganará, pero es sabido que los pacientes con sobrepeso u obesidad tienen mayor tasa de aumento.

De forma puntual se sugiere que los efectos en el peso son por:

- Aumento de apetito.

- Retención de líquidos

- Cambios en el depósito de grasa. Es por esta razón que podemos notar cambios en la cara, cuello y abdomen, a pesar de mantener el mismo peso, por la redistribución de la grasa en el cuerpo. (Fields, 2019)

¿Qué podemos hacer para contrarrestar estos efectos?

No contamos con una dieta que bloquee los efectos de estos medicamentos, pero si tenemos recomendaciones que resultan beneficiosas en todos los casos y que considerarlas dentro de este contexto es de gran utilidad:

- Prefiera alimentos ricos en fibra, de digestión lenta como los cereales integrales (ej. pasta integral, arroz integral) en lugar de cereales refinados (ej. pan blanco, arroz blanco).

- Las frutas y las verduras son una herramienta de apoyo, pues puede abundar en el consumo de verduras y ‘llenarse’ tanto como quiera, sin el efecto de exceso de calorías.

- Incluya fuentes de proteína animal o vegetal en cada comida (ej. quesos, yogurt, pescados, carnes, leguminosas), esto también contribuye con la saciedad.

- Manténgase activo, pues realizar ejercicios contribuye a mantener un gasto de energía y tiene efectos positivos en el estado de ánimo.

- Ingiera de 2 a 2.5 litros de agua al día para cubrir sus requerimientos de hidratación y reducir retención de líquidos. Esta recomendación podría variar dependiendo del perfil de cada paciente.

Es importante resaltar, que los efectos de aumento de peso van a desaparecer una vez se suspenda el uso de los medicamentos, por lo que debe permitir que los mismos realicen el propósito para lo que fueron prescritos.

No se pueden suspender de forma abrupta pues podrían producirse efectos fatales.

Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).