Los servicios de transmisión: el “David” que se enfrenta con el “Goliat” del cine

A pesar de la acelerada transformación digital experimentada durante el pasado año, causada por los retos que trajo la pandemia del Covid-19, no todos los jugadores de sectores se beneficiaron; y la industria del entretenimiento ha recibido la disrupción más significativa en años.

El cine y la televisión, desde su aparición, revolucionaron la forma en que las personas consumen contenido de audiovisual, logrando convertirse en industrias con poder económico, social y cultural.

Para ponerlo en perspectiva, en 2019 en los Estados Unidos, la industria de la televisión generó unas ganancias superiores a los 177 mil millones de dólares, de acuerdo con la red de recopilación y análisis de datos Statista.

Por otro lado, la industria del cine en 2019, en su llamado “box office” logró unos resultados que superaron los 42.2 mil millones de dólares, según reportó la Asociación Cinematográfica de los Estados Unidos.

Sin embargo, la llegada de plataformas servicios de transmisión de contenido por pago y el desarrollo de equipos móviles con capacidad de aprovechar dichos medios les dio la flexibilidad a los usuarios de consumir contenido en cualquier lugar y en el momento en que deseen, cambiando los hábitos de consumo preestablecidos por décadas, y adaptándose a una cultura de consumo digital. En 2021, es el usuario quien tiene el poder de decidir qué y cuándo consumir sus contenidos.

En el documento de la Asociación Cinematográfica de los Estados Unidos, se destacó el dato de que las plataformas digitales lograron ganancias superiores a los 58.8 mil millones de dólares durante el 2019.

Otro dato interesante, que muestra el cambio en los hábitos de consumo, es que los adultos y jóvenes consumen contenido en sus móviles en un 85 y 55 por ciento, respectivamente, de acuerdo con datos de Forbes.

Las plataformas de transmisión como Netflix han demostrado al resto de la industria que su sistema de negocio puede ser rentable para la industria del entretenimiento del cine y la televisión. Datos de Statista proyectan que, en 2020, las películas generaron alrededor de 45 mil millones, mientras que los servicios de suscripción de video lograron uno 60 mil millones.

Estos datos demuestran la nueva realidad de la industria, la cual ha tenido que adaptarse a la era digital; y empresas han dado el salto a crear sus propias plataformas de transmisión digital, Disney, Apple, NBCU y HBO son solo algunas de las que han dado el salto.

Por otro lado, grandes productoras han decidido estrenar sus películas de manera simultánea en cines y servicios digitales; este es el caso de Warner Bros., la empresa anunció que toda su alineación de audiovisuales se estrenará en HBO Max. Dentro del listado de películas se encuentran La Liga de la Justicia, Dune, Space-Jam 2, Godzilla vs Kong, Matrix 4, entre otras.

Sin embargo, este tipo de movidas no ha caído bien dentro de la industria, en donde ciertos puristas del cine como Cristopher Nolan han expresado su disgusto.

“Algunos de los cineastas más importantes de nuestra industria y las estrellas de cine más importantes se acostaron la noche anterior pensando que estaban trabajando para el mejor estudio cinematográfico y se despertaron para descubrir que estaban trabajando para el peor servicio de transmisión”, expresó Nolan al medio Hollywood Reporter.

El 2021 será un año interesante para la industria del entretenimiento y podría cimentar nuevas reglas en el sector, como la forma y lugar de estreno de películas, como en aspectos financieros. Pero la realidad es que los servicios de transmisión digital han cambiado los hábitos de consumo y se encaminan a cambiar a toda una industria.