Anemia, una respuesta a la deficiencia de sangre en tu cuerpo

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia afecta al 24% de la población mundial

Las mujeres y la población envejeciente presentan los mayores índices de anemia. (Istock)

Una persona puede comer grandes cantidades de alimentos al día y no ser suficiente para tener la sangre que requiere el cuerpo para estar saludable. Sin embargo, una dieta basada en el equilibrio, junto a un estilo de vida saludable, sí podrían ser la base que se necesita para tales fines.

Lo que sucede es que gran parte de las anemias tienen como factor causante la carencia de nutrientes, a esto se asocia la deficiencia de hierro, ácido fólico y vitamina B12, dice doctora Evelin Mena Toribio, hematóloga de adultos y médico internista. “Lo más determinante en estos casos es evaluar la calidad y cantidad de las ingestas, principalmente las carnes rojas, legumbres, cítricos, alimentos secos; en los casos de hábitos especiales (vegetarianos) se aconseja el consumo de alimentos fortificados o suplementos orales e intramusculares con cobalamina (vitamina B12 biológicamente activa)”.

¿Qué la provoca?

Los factores son varios, dice la doctora Mena Toribio. “Son muchos los tipos de anemia, pero para su mejor comprensión se pueden agrupar en tres principales mecanismos: por falta de producción de glóbulos rojos (enfermedades de la médula ósea, anemia aplásica, anemias por falta de vitaminas, otras),;aquellas que son consecuencia de mayor velocidad de destrucción de los glóbulos rojos (anemias hemolíticas como falcemia, talasemia, otras); y, por último, las relacionadas con pérdidas de sangre.

Una persona cuyo nivel de hemoglobina ha disminuido comienza a presentar una disminución del oxígeno en los tejidos y al desarrollo de mecanismos de compensación. Varían según la causa, intensidad y rapidez de la instauración de la anemia, explica la especialista. De manera que podría presentar síntomas tan frecuentes como: “Debilidad, intolerancia al esfuerzo, dolor de cabeza, vértigos y mareos, falta de concentración y memoria, trastornos del sueño, inapetencia, irritabilidad, disminución de la libido, sensación de falta de aire, palpitaciones y dolor en tórax”. Esto tiene consecuencias, como afectar el estilo de vida de las personas o agravar patologías existentes.

Evelin Mena Toribio dice que tratar una deficiencia de sangre dependerá del tipo de anemia que se tenga. “En cualquiera de los casos los principales objetivos del tratamiento son: aumentar las cifras de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina para mejorar la capacidad de la sangre de transportar oxígeno, tratar el problema de fondo que está causando la anemia, prevenir complicaciones de la anemia y aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida”.

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