De la A a la K con Kilia Llano

A propósito de sus 25 años de carrera, conversamos con la artista visual, muralista, ilustradora y educadora sobre los éxitos y las dudas del primer cuarto de centenario de su trayectoria profesional

Al alcanzar distintos logros en la vida es importante realizar una retrospectiva. Es precisamente lo que estará haciendo la artista visual, muralista, ilustradora y educadora, Kilia Llano, con la exposición “Aún recuerdo” en el monumento a Fray Antón de Montesinos entre el 20 de noviembre y el 10 de diciembre.

Para celebrar sus 25 años de carrera, repasemos su trayectoria de la A a la K:

A: Artista
Soy artista desde que tengo uso de razón. Siempre me ha gustado el arte. Siempre me he sentido identificada con esa forma de expresión. Puedo decir que el arte es mi vida.

B: Beyond Walls
Beyond Walls es un festival de arte urbano que se hace en Boston, Massachusetts, uno de los más importantes de los Estados Unidos. Me invitaron a participar en el 2018 y fue una experiencia bellísima que cambió mi vida completamente porque compartí con artistas que tienen mucho más tiempo que yo trabajando en arte urbano y que están haciendo cosas bellísimas. Aprendí muchísimo. Fue la única experiencia en mi vida en la que he ido a un lugar donde me he involucrado en una comunidad de artistas con los mismos intereses que yo; esa fue una universidad prácticamente. Fueron dos semanas de pintar y fue un gran reto porque pinté mi pared más grande hasta ahora, una de cuatro pisos.

C: Comunidad
Para todo el que hace arte urbano la palabra ‘comunidad’ es básica porque nosotros trabajamos para las comunidades. El arte urbano es eso: arte para la gente, para la comunidad, porque involucras a la comunidad desde que ideas el tema del mural hasta el momento en que estás pintas para ellos. Luego está la parte de los talleres; hay proyectos en los que he trabajado mano a mano con la comunidad, por ejemplo, en la frontera, donde además de pintar, di talleres a los niños y a los jóvenes sobre cómo pintar un mural, y ellos pintaban al lado mío. La comunidad es vital en el arte urbano porque el arte que se hace en la calle es para la gente.

D: Diseño
El diseño siempre está presente porque, incluso cuando vas a conceptualizar una idea para un mural, hay una parte de diseño que tú haces del espacio donde tomas en cuenta no solo la pared y el formato, sino el entorno también. Aunque no se trabaje directamente, para todo el que hace arte el diseño es vital.

E: Escuela de Diseño Altos de Chavón
La Escuela de Diseño Altos de Chavón fue mi primera universidad en la vida y en la profesión; en la vida porque yo tenía 16 años cuando entré a Chavón y era la primera vez que me iba de mi casa; fue mi primera experiencia de independencia total, fue la primera comunidad de artistas con la que tuve contacto, y también fue la oportunidad de compartir con tantos profesores talentosos de quienes aprendí muchísimo.

F: Fuertes
Los inicios sí fueron fuertes, sobre todo cuando me gradué de Parsons School of Design, de Nueva York, luego de terminar cuatro años de universidad (dos años en Chavón y dos en Parsons). Fueron fuertes porque sales con muchos conocimientos y te das de lleno con la cruda realidad del trabajo. Todavía era muy joven y no sabía lo que quería; tenía mucha inseguridad. Creo que lo más fuerte fue la inseguridad de pensar que tu trabajo no es de calidad y de constantemente comparar tu trabajo con el de otras personas. El otro día leí que los artistas son personas valientes cuando deciden dedicarse al arte como profesión y es cierto porque es un campo donde los inicios son muy difíciles. Es muy difícil subsistir del arte al principio; muchas veces tienes que trabajar en otras cosas para poder vivir.

G: Gratitud
La mayor gratitud que siento, en términos de trabajo, es hacia mis profesores; cada uno puso algo en mí que me ayudó a ser la artista que soy hoy. Además tengo gratitud hacia la fundación de Dominique Bluhdorn, que me becó para terminar mis estudios en Parsons. Y siento gratitud hacia mi familia, que siempre me ha apoyado para llegar a celebrar mis 25 años.

H: Humildad
La humildad es importantísima en todos los artistas porque te hace entender que de cualquier persona puedes aprender algo. Como maestra de arte aprendo de mis alumnos todos los días; crezco como artista y como persona. Cuando me inicié en el arte urbano hace casi siete años, a pesar de tener más años de experiencia y de carrera en comparación con los artistas que me rodeaban, siempre tuve la humildad de preguntarles, de dejarme guiar y de aprender de ellos. Siempre tienes algo que aprender de la gente con la que trabajas. No importa que sean más jóvenes que tú o que tengan menos experiencia, ellos saben cosas que tú no sabes. Hay que tener esa humildad porque, si no entiendes que todo el mundo te puede aportar algo, te estás quitando los posibles conocimientos que podrías adquirir.

I: Infancia
Siempre supe que quería ser artista. Desde mis primeros recuerdos de la infancia con seis o siete años haciendo Mariquitas (las muñequitas de papel con las que se jugaba mucho en mis tiempos) y todo su vestuario. Mi mamá siempre me compraba materiales porque yo me pasaba todo el tiempo dibujando, pintando o creando. Siempre tuve eso del trabajo manual y supongo que por eso mi mamá me puso en mi primera clase de pintura desde los ocho años; ella vio y fomentó eso en mí. Es algo que siempre le voy a agradecer; siempre estuvo pendiente de que yo pintara, de que fuera a mis clases y de que tuviera materiales. Pasé mi infancia alrededor del arte y, cuando llegué a la adolescencia, estudiar arte se convirtió en una decisión natural.

J: Jornada
Cuando pienso en jornada, pienso en las jornadas de muralización en las comunidades. Casi nunca voy sola a pintar, casi siempre voy con más artistas, y son jornadas de alrededor de una semana donde pintamos y compartimos con la comunidad, intercambiamos cosas con ellos y dejamos nuestro trabajo.

K: Kilia
Para la celebración de mis 25 años de carrera, por primera vez haré una retrospectiva de mi trabajo. Tengo alrededor de cinco años con esta idea, pero también me sentía insegura con mi trabajo de ilustración, hasta que empecé a verlo con otros ojos y me di cuenta de que mi trabajo de ilustración no solamente fue importante para mí como artista, sino para la ilustración editorial de la República Dominicana. Mi trabajo de ilustración en el Listín Diario, que fue donde me desarrollé durante 11 años y que considero mi tercera universidad, fue importante en la ilustración editorial de finales de la década de 1990 y principios de los 2000. Lo siento así por la cantidad de gente que siguió mi trabajo y que empezó a fijarse en la ilustración por mi trabajo allá y sobre todo por los artistas sobre los que pude influir, porque no trabajaba caricaturas, que era lo que más se veía en esa época, sino que hacía ilustraciones cubistas donde ponía a la gente a pensar. Cuando llegué al país en el año 1998 nunca había tenido que leer algo y graficarlo en un lapso de cinco horas. Fue estresante pero me apasionó desde el primer momento y es algo que he seguido usando en mi trabajo porque me dio la capacidad de pensar y convertir una idea en una imagen.

Puedes disfrutar de su exposición retrospectiva “Aún recuerdo” desde el 20 de noviembre hasta el 10 de diciembre en el monumento a Fray Antón de Montesinos en Santo Domingo. La exposición será un recuento de sus 25 años de carrera y recopilará ilustraciones, muralismo y Bellas Artes.

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Video: Francesco Spotorno
Edición de video: Laura Libanessa Reyes