El peso de la historia en el diseño

La estética fría del modernismo nunca ha sido popular. En los interiores residenciales, el eclecticismo lo recluye al contexto de cocinas, baños y salones de estudio.

Recuperar la memoria local es un gran reto para los diseñadores. Y responder a la pregunta de por qué es diseño lo que se conoce como tal, permite manejar buenos argumentos e influye, con el espesor cultural que trae consigo, en el modo de hacer.

Estamos saturados de información, presos de nuestra inmediatez, de la abundancia desestructurada de conocimientos. En todas partes se vive un fenómeno similar. Nos rodean los teléfonos inteligentes, las computadoras personales, las redes sociales, las publicaciones, las campañas publicitarias, las ofertas culturales y las propuestas de ocio. Hemos llegado a tal punto de atiborramiento mental, que el mero hecho de que usted esté leyendo estas líneas, lo integra a un minúsculo grupo de personas que no se ha conformado con tan sólo ver las imágenes y pasar de página. 

La complejidad actual podría compararse a un aglutinamiento dispar y superficial de datos que invita siempre al menor esfuerzo. La situación no es exclusiva de nuestro contexto, sino que ha venido a ser el ánimo general de estos tiempos. Las implicaciones inmediatas del fenómeno son la falta de perspectiva y la expropiación de una base común de conocimientos. Esta ausencia de referentes ha hecho difícil las interpretaciones y las jerarquizaciones. Lo importante y lo trivial se mezcla, y lo falso intenta legitimarse bajo sus propias leyes. 

El historiador y filósofo norteamericano, Will Durant, dijo una vez que nuestras sociedades modernas son las mejor informadas acerca de los eventos ocurridos en las últimas 24 horas, pero no así de los eventos de los últimos seis siglos. Durant señaló que evitaremos cometer errores gracias a un mejor conocimiento de la historia. La falta de objetividad es típica de la post-modernidad; en ese sentido, el remedio para nuestro excesivo enfoque en el tiempo presente y el atascamiento de información es considerar la distancia y tener un entendimiento cabal de las duraciones. Por lo tanto, debemos reconsiderar la importancia de un acercamiento honesto a la historia como ejercicio orientador. 

Una aproximación adecuada a la historia es muy distinta al eclecticismo y al revivalismo sin formulaciones. Un gran reto para los diseñadores es recuperar su historia local. Lo que nos hace falta no es tanto responder a la pregunta de qué es diseño, sino por qué es diseño lo que señalamos como tal. Aquí radica la importancia de conocer la historia de nuestra profesión, permitir que ese espesor cultural influya en nuestros modos de hacer.