Empieza el 2020 con buenos propósitos

Aprovecha la esperanza y la motivación que llegan con el nuevo año para plantearte alcanzar las metas que aún no has logrado

“New Year, New Me”? Creemos que sí. (Shutterstock)

Se acerca un nuevo año y todos cortan los ojos al escuchar la repetida frase “New Year, New Me”. Sin embargo... (¡no abandones el artículo!) un nuevo año -y, mejor aún, una nueva década- es la oportunidad perfecta para reflexionar sobre todas las áreas de tu vida, decidir si estás o no satisfecho, y replantear prioridades para el nuevo año y la nueva década que se asoman.

¿No sabes dónde empezar? Utiliza estas cinco categorías como punto de partida para decidir tus propósitos para el 2020:

Organización

Una de las mejores maneras de empezar una nueva temporada es con un clean slate -un lienzo vacío-, listo para pintar tu año con ideas nuevas.

Si no la conociste por su bestseller “La magia del orden”, seguro que ya viste a Marie Kondo -y su método Konmari- en su popular serie de Netflix. De lo contrario, te la presentamos: Kondo es una gurú del orden japonesa que creó un método de minimalismo tan práctico que se ha adentrado hasta en la consumista cultura occidental. La premisa principal del método Konmari es que debes quedarte solo con las pertenencias que te inspiran alegría.

¿Suena muy bueno para ser cierto?

Organización Por (Shutterstock)
Organización Por (Shutterstock)
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Estos son los pasos:

1. Categorías: Organiza por categorías, no por espacios. En vez de organizar por habitación (hoy el baño, mañana la sala), busca toda tu ropa en cada parte de la casa. Lo primero que esto hará es mostrarte todo lo que tienes. Cuando veas la cantidad de productos que tienes de una sola categoría, el shock te motivará a organizar.

Puedes subdividir estas categorías o agregar otras acorde a tus pertenencias.

2. Descartar: Antes de organizar es hora de descartar. Sostén cada pieza en tus manos y decide si inspira alegría (en el caso de algunos productos, es mejor preguntar si el objeto es práctico. Quizá un bolígrafo no te cause alegría, pero te ayude a escribir...)

3. Un lugar para cada cosa: Decide en cuáles espacios guardarás tus cosas. Kondo propone que una de las razones por la que nuestros espacios no permanecen en orden es porque no sabemos dónde va cada producto. Si cada uno tiene su lugar asignado, entonces será más fácil mantener cada cosa en su lugar.

Empezar con orden te dará claridad mental y despejará el camino para el resto de tus propósitos.

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Alimentación

El estilo de vida alimenticio nunca se queda al momento de plantearse propósitos para el año nuevo. Más que una dieta, el ayuno intermitente (Intermittent Fasting) es un patrón de alimentación que plantea que tendrás un ventana de tiempo para comer y otra para ayunar.

Esta práctica ha estado presente a lo largo de la evolución humana, ya que los cazadores y recolectores no tenían supermercados, refrigeradores o alimentos disponibles durante todo el año, por lo que se veían obligados a funcionar sin alimentos durante largos períodos de tiempo.

Considerando esto, ayunar es más natural que comer nuestras casi sagradas 3-5 comidas al día. Piénsalo, puede que en tu vida diaria prefieras no cenar o puede que no te dé hambre en las mañanas. Si sigues estos instintos y solo comes cuando tienes hambre, entonces estás ayunando intuitivamente.

El ayuno sugerido por expertos como Mark Mattson es el 16-8 (16 horas en ayuno y 8 horas disponibles para comer). Algunas personas hacen un ayuno 18-6, mientras que otras hacen el circadiano y ayunan por 13 horas (la mayoría de estas siendo las horas de sueño). Como es un estilo de vida, no tienes que casarte con un ayuno en particular; puedes rotarlos y adaptarlos a tus necesidades.

A diferencia de muchas dietas populares, no sacrificarás tu salud integral para estar delgado. El ayuno intermitente tiene muchos beneficios tanto para tu cerebro como para tu digestión. Ayunar intermitentemente beneficia tu salud.
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Ejercicios

El clásico de todos los clásicos: los ejercicios. En estos tiempos no necesitas una membresía a un gimnasio para cuidar tu cuerpo. Con acceso a internet puedes aprovechar el contenido disponible en diferentes canales de YouTube. Encuentra el adecuado para ti o simplemente intercámbialos. ¡Hay muchas opciones!

En definitiva, la mejor parte de los ejercicios, además de tu cuidado físico, será su impacto en tu salud mental.
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Salud mental

Cuando pensamos en salud, pensamos en el cuerpo y, por más que odiemos los chequeos, las jeringuillas y los diagnósticos, tendemos a reconocer la importancia de ir al médico y confirmar que todo en nuestro cuerpo está bien. Sin embargo, así como plantea la frase “Out of sight, out of mind” (“Fuera de la vista, fuera de la mente”), tendemos a ignorar las partes menos visibles de nuestro ser. Una de las más importantes es la mente.

La salud mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un componente integral y esencial de la salud. Es más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales. “La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad”.

Si hablamos de salud, nos referimos a “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, por lo que la OMS plantea que no hay salud sin salud mental.

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Los lenguajes del amor

Luego de que cuides tu bienestar, es hora de considerar tus relaciones con tus seres queridos. Un punto de partida son “Los Cinco Lenguajes del Amor” del doctor Gary Chapman, quien divide las formas básicas de dar y recibir amor en cinco “lenguajes” principales: palabras de afirmación, actos de servicio, regalos, tiempo de calidad y contacto físico.

Una de las conclusiones más importantes del libro es que todos damos y recibimos el amor de manera diferente.

Las relaciones son complejas porque puede que tú demuestres el amor de una forma y lo recibas de otra; mientras que tu pareja u otro ser querido puede demostrar el amor de una forma en la que tú no lo recibes, y recibirlo de una forma en la que tú no lo das.

Precisamente por esto hablamos de “lenguajes” del amor; es una analogía para explicar que todos tenemos un primer idioma y, si hablamos un idioma distinto al de nuestros seres queridos, entonces no nos podremos comunicar. Es necesario conocer qué idioma hablan ellos para aprender un segundo, y hasta un tercer idioma, si es necesario.

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¿Y tú? ¿Con cuáles metas empezarás el 2020 y la nueva década?