¿Existe el instinto paternal?

Cada vez más estudios avalan que el instinto paterno-filial, ese que lleva a cuidar, proteger y querer de manera especial a nuestros hijos formando un importante vínculo emocional y afectivo con ellos que durará toda la vida, existe también en los hombres

A los hombres lleva práctica desarrollar su lado paternal. (Shutterstock)

Todos conocemos el famoso instinto maternal, ese sentimiento que desarrollan todas las mamás al ver a su recién nacido, que se provoca por transformaciones químicas cerebrales donde toda la atención se vuelca hacia el bebé pero... ¿es cierto que también existe el instinto “paternal”? Así es, y tenemos 7 datos que lo confirman.

1. Cada día son más las investigaciones que dicen que el padre puede desarrollar un instinto paternal similar al de la madre, embarazos psicológicos y hasta depresiones posparto. Su figura es igual de clave que la de la madre para el desarrollo del niño.

2. Algunas de las investigaciones más recientes en el campo de la psicobiología han demostrado que los hombres también cuentan con un instinto paternal similar al instinto maternal femenino. Y, curiosamente, la testosterona, el estradiol y la prolactina tienen mucho que decir en esto.

3. Durante el embarazo de sus parejas, los futuros papás segregan menos testosterona (hormona masculina) y más estradiol (hormona femenina), lo que se traduce en un cambio de actitud: están más relajados, más tiernos y atentos con su pareja, más predispuestos a colaborar...

4. Pero el “instinto paternal” no es un instinto intrínseco del hombre, lleva práctica desarrollar su lado paternal. Para que se despierte este instinto el padre necesita pasar tiempo con su bebé a través del contacto cutáneo y ocular. Y al hacerlo se van estableciendo vínculos emocionales con él, un proceso que se inicia incluso antes del nacimiento.

5. “En la prehistoria, el rol del hombre tenía mucho que ver con la supervivencia: ellos eran los que cazaban. Las mujeres se dedicaban a la recolección y la conservación, y eso incluía la crianza. Eran las encargadas de crear un hábitat para proteger a sus hijos”, señala Ana María Morales, doula y consultora certificada en lactancia materna. Por eso, según ella, los hombres que eligen ejercer una paternidad responsable tienen mucho mérito, porque “rompen con su biología y se implican en la crianza por amor”.

6. En los últimos tiempos, los roles parecen cambiar. “Se estimula a los padres a participar en la crianza”, apunta María José Lafuente. Para esta profesora jubilada del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Valencia, esto se debe, en gran medida, “a la participación mayoritaria de la mujer en el mundo laboral, a que por movilidad geográfica los matrimonios muchas veces no pueden contar con el apoyo de abuelos o hermanos o a que se concibe que el hombre también puede mostrar otro tipo de sensibilidad”.

7. Por supuesto, los grandes beneficiados de la presencia de la figura paterna son los niños. Crecer con un padre implicado en la educación y crianza tiene una influencia muy positiva en el desarrollo del niño, como demuestra un estudio de la Universidad de Concordia, en Canadá, publicado por la American Psichological Association en el 2011. Los investigadores compararon niños con padres ausentes con hijos de padres activos y concluyeron que los segundos tienen menos problemas de comportamiento y una mayor capacidad intelectual. Incluso si no viven con sus hijos, los padres que están pendientes de su evolución fijan límites y ayudan a resolver problemas, a la vez que disminuyen trabas emocionales como la tristeza o la ansiedad.